CARTAS A LA DIRECTORA

Sobre la Batería de Alburquerque

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Quería hacer una breve reseña sobre la batería que lleva el insigne nombre de quien hizo de San Fernando, y después de Cádiz, la capital de las Españas: el Duque de Alburquerque. Cuando Cádiz sólo esperaba que las tropas que se acercaban fuesen las de los enemigos franceses, dominadores de toda España, el Presidente de la Junta, encerrada en Cádiz, recibió un correo de Alburquerque, cuyo ejército que operaba en Extremadura, se dirigía a marchas forzadas hacia Cádiz con el objetivo de defender el último reducto de la Corona. Como pueden imaginar, el júbilo de los gaditanos no tubo límites, pues sabían que las tropas francesas que habían tomado Sevilla, pronto se dirigirían hacia las tierras gaditanas para ultimar su cometido y someterlos.

EI duque de Alburquerque, con gran valor e inteligencia, logró evadir y sortear el poderoso ejército francés, y superando todos los problemas, aunque con un ejército ciertamente cansado, penetraba en San Fernando el día 4 de febrero, con su ejército de unos 11.000 hombres. Inmediatamente el duque fue nombrado Capitán General del ejército y costa de Andalucía, cargo que había quedado vacante al pasar el General Castaños a la Regencia de la Corona. Pronto vio el de Alburquerque que las defensas en la Isla de León eran pocas para oponer una buena resistencia a un ejército de cuarenta mil soldados franceses, aunque gracias al gobernador de la Isla, un hijo muy ilustre de El Puerto de Santa María, don Francisco Javier de Uriarte, que previendo lo que se avecinaba, había ya comenzado las obras de fortificación de la zona, a pesar de la poca gente con que disponía. Y así fue como el Duque de Alburquerque, mientras los gaditanos se afanaban en la construcción del Castillo de la Cortadura, intensificó las construcciones en la zona de defensa del Puente Suazo, el único y verdadero antemural fortificado de Cádiz. Esta acción del Duque de Alburquerque posibilitó que la Isla de León acogiera a las más altas instituciones de la democracia y que las Cortes Generales y Extraordinarias pudieran darse cita desde el 24 de septiembre de 1810 en la ciudad de San Fernando, un hecho del que hoy todos los isleños (y gaditanos y españoles) nos sentimos orgullosos y que ¡por fin! ha quedado reflejado a través de los homenajes que a la figura del Duque se han rendido en estos últimos días y en los que hemos podido contar en San Fernando con importantes personalidades del mundo de la Historia y con el XIX Duque de Alburquerque, Juan Miguel Osorio y Bertrán de Lis.

Con todo esto se reconoce que la figura del Duque de Alburquer quedó ligada a la ciudad de la Isla de León y, por supuesto a la de la Historia de España. Bien merece que esta hazaña de hace doscientos años que salvó el último reducto de la Corona, no sólo sea un recuerdo, sino que no se olvide y muy al contrario, sea mantenido vivo para siempre, y si hasta nuestros días se le ha recordado, aunque demasiado poco, a través de la Batería que lleva su nombre, y que se encuentra enclavada en el Sitio Histórico del Puente Zuazo, no podemos permitir que se destruya, o como quieren hacer, soterrarlo, taparlo, para que el tren-tranvía de comunicación con Chiclana pase por encima; como si no hubiera mejores soluciones, como, por ejemplo, prolongar el puente que se tiene que construir sobre el río y que dicha batería quede debajo de ella perfectamente visible y visitable, u otra solución, la de pasar dicho tren-tranvía por el Puente Suazo.