Fuegos artificiales en el valle de los monasterios para celebrar el encuentro
TONGREN. Actualizado: GuardarCon la quema de fuegos artificiales -una de las costumbres chinas más ancestrales- los tibetanos que residen cerca del lugar de nacimiento del Dalai Lama celebraron la histórica reunión de ayer entre su jefe espiritual y Barack Obama. El espectáculo pirotécnico fue llevado a cabo por los monjes budistas del condado de Tongren, plagado de monasterios.
«Mi corazón está lleno de alegría», declaró el monje Johkang, a las puertas del templo en el que vive en una región montañosa de la provincia de Qinghai, aledaña a Tíbet. El religioso calificó de «muy importante» el encuentro de Washington, escrutado con expectación por toda la comunidad internacional y criticado airadamente por Pekín. Johkang se felicitó por el hecho de que Estados Unidos «no haya sucumbido a las amenazas» chinas. Aunque los monjes tibetanos de Tongren organizan espectáculos pirotécnicos cada año por estas fechas para conmemorar el inicio del Año Nuevo lunar, la mayoría de los religiosos de la zona resaltaron que en esta ocasión los fuegos artificiales servían de doble celebración.
Alegría y sorpresa
«Estoy muy contenta por la persona con la que se va a reunir el Dalai Lama», declaró una ciudadana tibetana que pidió no ser identificada y que reconoció su preocupación por las «represalias» que pueda adoptar contra ellos el Gobierno comunista. No menos eufórico, aunque también sorprendido, se mostraba el monje Losan, que no se acababa de creer la cita llevada a cabo en la Casa Blanca. «¿Se va a reunir realmente con Obama?», preguntaba poco antes frente a los reporteros, mientras resaltaba la importancia de la ocasión.
Tedan, otro religioso, recordaba que pese a que los chinos de etnia han suponen 1.300 millones no cuentan con un premio Nobel de la Paz y los tibetanos sí, gracias al galardón entregado al 'océano de sabiduría' en 1989. «Ahora entiendes por qué le queremos tanto», explicó ante la prensa.