El presidente del Gobierno se reunió ayer en el palacio de la Moncloa con los miembros de la comisión negociadora de las reformas económicas estructurales. :: reuters
ESPAÑA

El 'triunvirato' cita a los partidos el jueves para negociar el pacto contra la crisis

El presidente se reunió con sus tres ministros negociadores para planificar la ronda de contactos y establecer la metodología

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno puso ayer en marcha la negociación del gran paquete de medidas contra la crisis que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero ofreció a la oposición y que todos los grupos parlamentarios, salvo el PP, valoraron de forma positiva. La primera reunión, que sentará en torno a la mesa a los representantes de todos los partidos y a los tres ministros de la comisión negociadora, se celebrará el 25 de febrero en el Ministerio de Fomento.

Zapatero reunió en la Moncloa al 'triunvirato' que negociará el paquete de reformas: la vicepresidenta segunda, Elena Salgado; el ministro de Fomento, José Blanco, y el titular de Industria, Miguel Sebastián. Para preparar la cita, Salgado telefoneó ayer a los portavoces de todos los partidos en el Congreso, que en principio serán quienes se sienten en la mesa negociadora.

El presidente del Gobierno y los ministros comenzaron a redactar el documento de bases que harán llegar a todos los portavoces el miércoles para que tengan al menos 24 horas para estudiar las propuestas antes de la reunión. El escrito será conciso y «muy abierto» para facilitar la discusión porque «queremos incorporar las ideas de todos los partidos», comentó Salgado. La vicepresidenta, tras el cónclave en la Moncloa, insistió en que el texto «está abierto a cualquier propuesta» para hacer posible un gran acuerdo. El guión incorporará las medidas y cambios en los cuatro apartados que el Gobierno propone para dar un impulso a la economía: el plan de recorte del gasto para rebajar el déficit público, la reforma del sistema financiero -en busca de estabilidad, de rebaja de la morosidad y un mayor flujo de crédito-, un plan para aumentar la competitividad y el empleo en España, y actuaciones en política industrial.

Zapatero y sus ministros también planificaron el calendario y el formato del diálogo. La vicepresidenta segunda indicó que sólo la primera reunión será general, y que las siguientes, en las que los partidos harán sus aportaciones, serán bilaterales. La idea del Gobierno es iniciar estos contactos con los representantes del PP.

Toda la negociación, según el plan del Ejecutivo, debería estar cerrada en dos meses y se trataría de llegar a un paquete de reformas urgentes que puedan apoyar todos o la mayoría en el Parlamento.

Entrevista con Rajoy

Salgado no descartó que se produzca un encuentro entre el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición, como dejó entrever el propio Zapatero, si el Gobierno cree que así hará cambiar de opinión al PP para que se sume al pacto. El presidente insistió ayer en la clausura de un debate sobre economía social en esa misma idea porque la mejor forma de superar la crisis es «con responsabilidad colectiva, con suma de esfuerzos, poniendo el interés general por encima del particular».

Además saludó con un escueto «me alegro» la decisión de los populares de participar en la ronda de contactos parlamentarios que mantiene el portavoz socialista, José Antonio Alonso. Esa negociación de acuerdos se inició el martes con CiU, principal impulsor del clima de búsqueda de consensos, y está previsto que concluya el 26 de febrero con la portavoz del PP.

Alonso explicó que su grupo se encargará de pactar las leyes en las que el Parlamento plasmará los acuerdos que se alcancen con la comisión gubernamental. El portavoz socialista se entrevistó ayer, en la segunda jornada de esta ronda paralela, con los portavoces de PNV, Josu Erkoreka; ERC, Joan Ridao, e IU-IPC, Gaspar Llamazares y Joan Herrera. Su conclusión es que, hasta ahora, «todos los grupos, salvo el PP, son muy receptivos y tiene buena disposición» para negociar las reformas. La ronda se completará la próxima semana con el grupo mixto y los populares.

Sin embargo, no todo fueron buenas palabras. Tanto CiU y PNV como Esquerra e IU advirtieron al Ejecutivo que, aunque están abiertos al diálogo e irán a la mesa de negociación, no van a ser «sus palanganeros», en palabras de Erkoreka, ni los «palmeros» de recortes de derechos de trabajadores, pensionistas y gastos sociales, según Llamazares.

De forma idéntica se expresó Ridao, quien avisó de que su partido busca «una negociación real y no un intento balsámico para poder sedar a la oposición». El portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida, también rebajó el optimismo y dijo que espera que el Gobierno presente «propuestas nuevas» para la crisis, «no lo de siempre».