Al rey, lo que es del rey
Actualizado: GuardarDesde la perspectiva de un ciudadano de a pie, y a la vista de la que se ha formado con respecto a la intervención del Rey en relación con la posibilidad de un pacto de estado (que desde muchas instancias se está sugiriendo) para hacer frente a la tremenda crisis económica que padecemos, se me ocurren algunas reflexiones. Primero, si el Rey, que tiene entre sus funciones la de arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones, no hiciera nada ante la gravedad de la situación y a la vista del actual 'impasse' entre Gobierno, partidos políticos y organizaciones sociales, deberíamos exigirle responsabilidades por no hacerlo. Segundo, lo que está haciendo ahora entra perfectamente dentro de sus atribuciones (estar informado, hablar, sugerir, impulsar, promover, etc.), sin que ello suponga invadir el terreno donde les corresponde jugar a otros; otra cosa es la intencionalidad que los partidos políticos y las organizaciones sociales quieran suponerle, lo que entra de lleno dentro de lo especulativo. Tercero, si los responsables políticos y sociales son incapaces de encontrar bases mínimas de acuerdo para salir de la crisis, que parece lo deseable, tal vez no sería descabellado ir a elecciones anticipadas o a la presentación de una moción de censura.