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Desalojados otra vez
Las intensas lluvias y la escasa capacidad de la tierra para tragar más agua han agravado las nuevas inundaciones El desbordamiento del Guadalete anega de nuevo en Jerez, Las Pachecas, La Greduela y La Ina
Actualizado: GuardarLa tierra de la ribera del Guadalete no da abasto y ya no puede tragar más agua. Por eso, con la llegada del nuevo temporal el desbordamiento del río Guadalete se ha precipitado y, frente a lo que ocurrió en diciembre, no ha necesitado de tantos días para que el caudal se salga de su cauce e inunde a las poblaciones rurales de Jerez. El lunes fue el primer día de alerta por lluvias, y ayer martes, el agua ya había alcanzado a varios núcleos como Las Pachecas, La Ina o La Greduela, que volvían a estar anegadas; hubo que realizar los primeros desalojos de vecinos; y las fuerzas de seguridad trabajaban para alertar a los habitantes rurales de que el Guadalete seguía creciendo. A última hora de la tarde de ayer, ya rondaba los 6,50 metros de altura.
«La fotografía es ya la misma que en diciembre», confesaba la delegada del Medio Rural, María del Carmen Martínez, que confirmaba que lo que más preocupa esta vez es que los arroyos están metiendo mucha agua en el Guadalete «porque la tierra ya no traga más».
A eso se une que aún se prevé que llueva más durante los próximos días. No en vano, a los alrededor de 70 litros por metro cuadrado que se habían registrado en las primeras 24 horas se sumaba la alerta amarilla de la tarde de ayer. En cuanto al día de hoy, se prevé que sigan las precipitaciones, y la situación volverá a empeorar mañana jueves cuando hay de nuevo alerta amarilla.
Tanta lluvia ha caído que los embalses están de nuevo al límite de su capacidad, por lo que la Agencia Andaluza del Agua siguió desembalsando ayer agua, primero a razón de unos 65.000 litros por segundo que luego aumentó a 100.000.
Sea por la razón que sea, lo cierto es que ayer cuatro carreteras de la localidad permanecían cortadas (CA-3113, de El Portal; CA-3104 de Guadalcacín a la barriada de La Inmaculada; CA-4102 de Jédula a Gibalbín; y la carretera de La Ina CA- 3110) y alrededor de siete familias habían tenido que ser desalojadas: una en La Ina, tres en La Greduela y otras tres en Las Pachecas.
En este último caso, la propia delegada del Medio Rural se encargó de recalcar que la barriada es de las más afectadas, aunque afortunadamente muchas viviendas anegadas son segundas residencias y en las demás se trataba de vecinos que ya habían tenido que abandonar su residencia en Navidad, y que aún no habían podido volver más que para limpiar. «Todos están en casa de familiares y con los enseres protegidos», apuntó Francisca Archidona, la delegada de Alcaldía de Las Pachecas, que también alertó de que «nos tememos que todo sea peor esta vez, porque la tierra está ya borracha de agua».
En La Greduela el agua ya había alcanzado a cinco viviendas, de las que tres tuvieron que ser desalojadas. Los vecinos volvieron a poner en marcha motobombas para achicar el agua del canal de riego que pasa entre el río y la barriada a fin de evitar su desbordamiento. El Ayuntamiento les está facilitando el combustible. Y también se repitió la escena en la histórica Venta La Cartuja, que tras las últimas inundaciones había podido arreglar el sótano, pero que cuyos propietarios vieron ayer cómo todo volvía a llenarse de agua en pocas horas.
Pese a todo, Martínez apuntó ayer que lo mejor es que «no ha habido habido daños personales». Eso sí, no pudo ocultar que si continúan las lluvias y el río sigue creciendo el agua puede entrar esta vez en El Portal, donde en Navidad no llegó a anegar las viviendas.
Por ese motivo, ya hay 30 familias en alerta en esa zona que como hace ya casi dos meses pasarán la noche en vela midiendo la crecida del Guadalete, que ya tienen los muebles en alto y que esperarán el aviso de las fuerzas de seguridad para marcharse. Isabel García, la delegada de El Portal, afirmaba ayer que «el río viene esta vez mucho más agresivo, y creemos que como siga así no vamos a librarnos».