Una joven acusa a su padre y a sus dos abuelos de abusar de ella

Una joven de 20 años declaró ayer durante el juicio que se celebró en Palma de Mallorca que su padre y sus dos abuelos abusaron sexualmente de ella cuando todavía era menor de edad, y que además una de sus abuelas le pegaba.

La joven compareció ayer en el juicio que tuvo lugar en la Audiencia de Palma contra su padre y uno de sus abuelos, para los cuales el fiscal pidió en sus conclusiones definitivas 10 años de cárcel, respectivamente por los delitos de abusos sexuales que presuntamente sufrió la menor en los años en que vivió con ellos, entre 1997 y 1999.

La muchacha declaró ante el tribunal que durante ese periodo, cuando contaba entre 7 y 9 años, su padre Vicente T. M. y su abuelo Juan José T. F., de 44 y 62 años, respectivamente, abusaron de ella en repetidas ocasiones. Para ello, los presuntos agresores se aprovechabanen de las ocasiones en que se quedaba a solas en la casa con entonces menor.

Aparte de narrar estos supuestos abusos, la joven explicó en el juicio, que quedó visto para sentencia tras esta sesión, que su otro abuelo, por parte de madre en este caso, también abusó de ella cuando era más pequeña, y que su abuela materna la maltrataba pegándole con la escoba, lo que le causó alguna lesión en la cabeza.

Al parece, la joven, que nació fruto de una relación extramatrimonial, fue vivió en casa de su padre durante dos años, después de que su madre se mudara a la vivienda de su compañero sentimental. De esta manera evitó que la madre la enviaran a un centro en régimen de acogida, aunque hasta ese momento jamás había tenido contacto directo con su padre natural.

Según dijo ante los magistrados, una vez en la casa del padre, donde también residía su abuelo y dos de sus tíos, empezó a sufrir los abusos. Sin embargo, no fue capaz de denunciarlos por «miedo», dado que -según declaró- la amenazaron con que si lo contaba irían a la cárcel y a ella la enviarían a un internado.

Al cabo del tiempo, la menor pidió a un educador que la sacara de la casa porque no quería vivir más allí, por lo que fue internada en el centro Padre Montalvo de Palma de Mallorca. A los 14 años tomó la decisión de contar los abusos a una trabajadora social durante un taller de educación sexual.

Preguntada por el abogado de la defensa acerca de si sabía que su abuelo y su padre se enfrentan a penas de 10 años de prisión cada uno, la presunta víctima contestó que no, pero añadió que lo dicho «es la verdad».

Tanto el padre como el abuelo de la menor han negado ante el tribunal los hechos de los que se les acusa. El primero ha explicado que no cree que la joven sea su hija biológica y que durante su convivencia ella le insultaba y le decía que no era su padre.

«La niña no me tenía cariño», ha afirmado el acusado, quien ha añadido que sus acusaciones podrían responder a una «venganza» de la menor contra él. El abuelo ha insistido en que «nunca» ha abusado de la chica, que se quedó pocas veces a solas con ella y que la niña no se sentía a gusto en la casa, aunque no ha sabido decir por qué.

Además, ha dicho que era una niña problemática que se escapó alguna noche de casa -cosa que ella ha negado- y que «sabía mucho» de sexo y «tenía mucha picardía»