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Troll Foot: DeVito sin calcetines
El pequeño actor enseña su pie derecho en decenas de fotografías que sube diariamente a la red social Twitter para diversión de sus 450.000 seguidores. Hasta le ha puesto mote: 'Pie de troll'.
Actualizado: GuardarEn 'La Guerra de los Rose', Kathleen Turner le ponía a Danny DeVito el pie en la entrepierna por debajo de la mesa. «Los pies no me interesan desde 1982», le respondía el actor. Mentía. DeVito muestra los suyos en Twitter, fotografiados en viajes por el mundo, al estilo de los extraordinarios periplos del enanito de jardín de Amélie Poulain, pero sin truco.
Desde la fotografía de los juanetes de Naomi Campbell, ningún pie ha sido tan famoso como el Troll Foot (Pie de troll) de DeVito. Así lo ha bautizado el protagonista de 'Los gemelos golpean dos veces', que aprovecha la primera ocasión para quitarse los calcetines, sacar el móvil y colgar la foto en la web. De momento, ya ha hecho más de 50 retratos de sus rechonchos dedos en diversas situaciones. Aparece en la Puerta de Brandemburgo, frente al Muro de Berlín, en el Duomo de Venecia...
Recientemente, ha publicado imágenes de su pie en la entrega de los premios Golden Camera de Alemania o en la cama en pijama con un pedazo de Muro de Berlín atado a la planta - «¿Qué ha pasado en tu cerebro para que hicieras esto?», le preguntan en Twitter-. También los muestra frente a una alucinada azafata de Lufthansa o en una entrevista con la bella reportera Mónica. La fotografía está tomada con un plano de media caña, como todas.
En una de las imágenes, su Troll Foot acaricia un gato en un jardín. El título es 'Cat, Troll Foot, terracota under the umbrella. Beverly Hills' (Gato, Troll Foot y botijo bajo sombrilla en Beverly Hills). En los últimos, su pie de troll aparece frente a varios alucinados neoyorquinos y en brazos de los mismísimos Teleñecos.
El público ha enloquecido. «Tu Troll Foot es la razón de ser de Twitter», dice The CaCs. Para Lucy_M, resulta «increíble» que su pie le alegre el día. Su cuenta tiene más de 450.000 'followers' y él sólo sigue a seis, entre ellos el gobernador de California Arnold Swartzenegger. El viernes por la tarde, la cuenta de DeVito tuvo más de 200 referencias. Está de moda.
Lo primero que llama la atención de su cuenta es su fotografía de presentación. Nada de trajes, perfiles favorecedores o 'photocalls'. La estrella aparece con el torso desnudo mostrando un cartel con la dirección web de sus 'tweets' (http://www.twitter.com/danny_devito). El primer mensaje no tiene desperdicio: «Hola. No sé qué es Twitter ni para qué sirve. Mis nueces están en llamas». ¿Quiere decir que está perdiendo la cabeza? Según versiones. En otros mensajes confirma que tiene «las pelotas calientes», o demuestra su estado de ánimo: «Hay putas en el plató: Troll Foot está contento». Bromea. A DeVito le divierte escandalizar y lo hace con un personal sentido del humor. El pasado año se presentó en un programa matinal con una borrachera considerable. Había pasado la noche con George Clooney bebiendo limoncello y no quiso faltar a su cita. Meses después, apareció por la calle en Philadelphia bebiendo una lata de cerveza ante las cámaras a las ocho de la mañana: «Clooney me obligó a hacerlo», dijo. Media Norteamérica debatió si el minúsculo actor tenía que acudir a una técnica de rehabilitación. «Estaba actuando, quería hacer una broma», dijo él.
Escándalo en 140 caracteres
El uso de la red de 'microblogging' ha provocado sucesos divertidos. Las fotos inocentes de algunos pueden sacar de quicio a la parte más conservadora de la audiencia. Aston Kutcher y Demi Moore planean sus veladas en Twitter ante el mundo. «¿Comida china?», pregunta la actriz. «¿Nos vamos a dormir?», le insinúa él. «Corre hacia la cama», responde ella . Kutcher tuvo menos tacto cuando publicó una foto del trasero de su señora en ropa interior blanca mientras estaba inclinada hacia adelante. «No se lo digan a mi esposa...», rezaba el mensaje. Obviamente, se enteró y no le gustó.
Megan McCain, la hija del ex candidato republicano, abrió recientemente la caja de los truenos con una imagen en la que posaba con un libro sobre Andy Warhol, la mirada pícara y un escote que fue demasiado prominente para sus 'followers' más puritanos. Fue tal el revuelo, que la joven, que también provocó la polémica al apoyar los matrimonios homosexuales en California, pidió disculpas ante sus seguidores con un remate ingenioso: «Al menos no he mentido a los medios con la noticia falsa de que he volado desde casa en un globo casero».