«Es nuestra obligación», dice la SGAE

«Tenemos la obligación de gestionar los derechos», explica un portavoz de la SGAE. Según la ley vigente, la entidad no puede decidir la renuncia a los derechos aunque el acto sea gratuito o benéfico: su función es trasladar la petición al autor y esperar su respuesta. «Que una actividad sea gratuita o incluso que el propio artista o intérprete no cobre no obliga al autor del repertorio», aclaran.

La sociedad ve los casos que aparecen en la prensa como «anecdóticos, aunque no por ello menos importantes», ya que su tarea suele transcurrir sin conflictos: «Mantenemos, casi de manera total, una excelente relación con los usuarios, como ayuntamientos o establecimientos hosteleros».