Los marines vuelven a tomar el mando
KABUL. Actualizado: GuardarLos marines están al mando de la mayor operación lanzada en Afganistán desde la caída del régimen talibán en 2001. Al igual que ocurrió en ofensivas clave tras la invasión de Irak, el cuerpo norteamericano lidera a las tropas que intentan dominar definitivamente Helmand, un bastión doblemente importante para la insurgencia. En esta región sureña, los fundamentalistas no sólo habían instalado algunos de sus refugios más seguros, sino que además utilizan la extensa producción de opio para financiar su guerra.
En este contexto, los marines desembarcaron el sábado en la vanguardia de los 15.000 soldados desplegados por la OTAN. Ellos se encargaron de penetrar en el centro de Marjah -la ciudad sobre la que pivota toda la operación 'Moshtarak'- y asegurar la zona para el resto de unidades. Según el reportero de Reuters que sigue los movimientos del cuerpo norteamericano, se encontraron cierta oposición en el bazar de la urbe y tuvieron que reclamar apoyo aéreo para enfrentarse a algunos grupos de insurgentes.
Los marines son una de las piezas esenciales de la estrategia del Gobierno de Barack Obama para erradicar la amenaza talibán. Ellos forman la punta de lanza que debe extender la autoridad del Gobierno de Kabul por todo el país. En los últimos años, las tropas de la OTAN han realizado distintas operaciones de limpieza de insurgentes, pero esta vez el despliegue militar va acompañado por el poder civil. Una vez los marines eliminen a los fundamentalistas, el Ejecutivo de Karzai se instalará rápidamente con el apoyo de la Policía y tropas especializadas. «La población no es el enemigo, es el premio. Por ellos estamos aquí», arengó a sus hombres antes de la operación el general Larry Nicholson, comandante de los marines.