Manifestantes con mascarillas protestan contra el almacén. :: EFE
ESPAÑA

Más de 2.000 personas marchan en Valladolid contra el almacén nuclear

Villalón de Campos, vecina de dos aspirantes, muestra su negativa a que la comarca albergue el cementerio de residuos

VALLADOLID. Actualizado: Guardar
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Más de 2.000 personas se manifestaron ayer en Villalón de Campos (Valladolid) en contra del Almacén Temporal de Residuos Nucleares al que aspiran dos pequeños municipios de la comarca, Santervás y Melgar de Arriba. La Plataforma Anticementerio Nuclear Tierra de Campos Viva continuará con nuevas medidas de protesta si el Gobierno presidido por Rodríguez Zapatero no descarta esta zona. Curiosamente, entre los convocantes de la movilización figura el Partido Socialista de Valladolid.

«Prepara el ataúd, que nos quitan la salud», «Así no se resuelve la despoblación»,. fueron algunos lemas coreados por los asistentes al primer acto que se convoca en Castilla y León contra el vertedero nuclear.

Un burro, cargado con bidones pintados con símbolos de energía nuclear, encabezó la ruidosa y animada manifestación que se desarrolló por las calles y la Plaza Mayor de esta localidad situada a 70 kilómetros de la capital del Pisuerga. Además de los representantes de la Plataforma (Asociaciones de Vecinos, CC OO, grupos ecologistas, sindicatos agrarios, IU y PSOE), participaron familias enteras, con niños disfrazados con monos y otra indumentaria propia de un vertedero de estas características.

El secretario de Organización del Partido Socialista de Valladolid, Juan José Zancada, justificó su presencia en la necesidad de expresar su rechazo al lugar seleccionado por el Ministerio de Industria en la lista de municipios admitidos: «Consideramos -explicó el dirigente socialista- que Tierra de Campos (Valladolid) no es la comarca idónea para ubicar este almacén porque la mayor parte de los municipios tienen la catalogación de Zona de Especial Protección para las Aves y esto es incompatible con otro tipo de desarrollo económico y social».

Zancada atribuyó al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, la «responsabilidad» de lo que está sucediendo «porque su silencio es significativo». El Partido Popular de Castilla y León no se opone al cementerio de residuos nucleares (de hecho, los concejales del PP en Santervás y Melgar votaron a favor), pero la Junta ha establecido una condición: que continúe activa la central de Santa María de Garoña, en el norte de Burgos.

Francisco Castejón, físico nuclear y portavoz de Ecologistas en Acción, leyó el manifiesto en el que se denunciaba el «regalo envenenado» que había ofrecido el Gobierno a los pequeños pueblos con el riesgo que implican las instalaciones y el transporte desde las plantas atómicas hasta el único sitio que en España albergará la «basura nuclear».