A Rafael Lorente
Actualizado: GuardarDon Rafael Lorente Herrera:
He leído con la mayor atención e interés el artículo publicado por usted el pasado 10 de octubre de 2009 en el periódico LA VOZ, dedicado a sagas familiares o apellidos y que en su opinión merecen incluirse en sus denominadas 'Familias preferidas'. Trajo en esta ocasión, merecidamente, a Monseñor García de Villegas, al que respeto y aprecio de veras, él lo sabe, ensalzando su labor pastoral y dedicación a la conservación y restauración del templo. Lamento no coincidir con usted en algunas de sus referencias. Contacté con usted para concretar una entrevista quesería beneficiosa para aclarar, sin perjudicar a nadie, malos entendidos, negándose a ello.
Sin noticias al respecto, me fuerzan a complementar lo escrito por usted, lamentando tener que hacerlo. El Cardenal Ilundain, en marzo de 1930, en uso de su derecho y jurisdicción, nombró como coadjutor de San Pedro y Los Descalzos, con residencia en esta última, a un joven sacerdote, pero con experiencia, procedente de la iglesia Parroquial de Guadalcanal y capellán ecónomo de Nuestra Señora De Guaditoca, en la iglesia de las Hermanas de la Doctrina Cristiana. Animoso ante las nuevas responsabilidades, desde el primer momento se entregó a una labor pastoral y humana, no sólo en la iglesia de San Juan Bautista de Los Descalzos, sino también en la faceta encomendada por su párroco en feligresía de San Pedro. Durante los más de treinta años que este pastor permaneció al frente de la iglesia de la calle Medina, alguna cosa haría, quizás hasta catalogables como buenas. Estoy seguro de que fueron muchas y probablemente menos de las que le hubiese gustado realizar, con los mejores sentimientos de entrega a los demás. Independientemente de su dedicación a la feligresía, cumplía con las que le solicitaba su párroco, el reverendo Don Anselmo Andrades, y entre ellas una muy singular. Dada la estima en que era tenido por los hermanos de la Escuela del Buen Pastor le pidió que fuese él mismo el que colaborase en promocionar las vocaciones sacerdotales en las aulas. La Misa solemne de los Juanes se celebra el pasado 24 de junio, reflejado en el calendario como el día de la advocación de San Juan Bautista, santo titular de su iglesia. Todos los sacerdotes celebrantes festejaban su onomástica, incluidos algunos monaguillos. Desde primeros de enero de 1948 unió a sus deberes en Los Descalzos, los de capellán del cementerio de La Merced. En 1952 consiguió autorización para poder celebrar en la iglesia de Los Descalzos la Misa de Navidad. Fue nombrado profesor de religión en el colegio Santo Ángel en 1957. En 1960 se le autoriza a binar, para que no falte la Santa Misa en la capilla de Guía. Durante todos los años que permaneció como pastor de almas de esta iglesia cuidó el mantenimiento y conservación de las instalaciones. consiguió entre otras cosas que Don Juan Palomino sufragase la totalidad de los gastos de pavimentación de mármol de Los Descalzos y Las Angustias....
Don Rafael, usted que presume hasta de conocer las humedades de Los Descalzos, sabe que al escribir estas líneas sobre los demás pone su honorabilidad en juego por acción u omisión, dado los daños morales que puede causar a terceros.
Si conocía los expuesto y lo ha ignorado se ha equivocado totalmente al afirmar que Los Descalzos era una pura ruina y que hasta la llegada de García de Villegas allí, nada de nada, ni feligresía había.
De sabios es rectificar.