ESPAÑA

Trece años en 'La Casa'

MADRID. Actualizado: Guardar
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El primer condenado por traicionar a España entró en el CNI (entonces CESID) en marzo de 1991. Procedía de la Guardia Civil y entonces era un joven ambicioso de 25 años con ganas de medrar en 'La Casa'. Y así hizo. En sus 13 años de periplo como espía estuvo destinado en varias unidades, se ganó la confianza de sus jefes y aprovechó su estatus para meter las narices en el trabajo de sus compañeros, pese a que si algo caracteriza al CNI es el secretismo con el que actúan los agentes entre sí y los compartimentos estanco de cada sección y demás unidades.

Nada de esto pareció importar a Roberto Flórez, asturiano afincado en Tenerife. Comenzó su carrera de espía en la unidad antiterrorista destinado en el cuartel guipuzcoano de Intxaurrondo, donde mandaba el entonces general Enrique Rodríguez Galindo. Allí despuntó por su capacidad para conseguir información del entorno político de ETA. Pero rápido se quemó.

Su dominio de la geopolítica le llevaron al servicio exterior. Estuvo en Perú, donde llegó a infiltrarse en el equipo del que sería presidente Alejandro Toledo. Pero fue descubierto y salió de forma precipitada del país. De regreso a casa, se hace un hueco en la unidad de contraespionaje tras ganarse al jefe de la sección. Era 2004 y su miedo a ser desemascarado por la venta de información a Rusia le llevó a pedir la baja en marzo de ese año.