El Príncipe dice a las víctimas que es un «imperativo moral» acabar con el terrorismo
SALAMANCA. Actualizado: GuardarEn medio de unas impresionantes medidas de seguridad y de una enorme expectación social comenzó ayer en Salamanca la sexta edición del Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo. En el acto inaugural, el Príncipe de Asturias reclamó a la sociedad unidad en la lucha contra el terrorismo y no olvidar nunca el respeto y cercanía a las víctimas.
«Terminar con el terrorismo es un imperativo moral para todas las sociedades libres, comprometidas con la defensa de la vida, de los derechos humanos y de las libertades fundamentales, para ello contamos con la acción de la Justicia y de las fuerzas de seguridad, con la fortaleza del Estado de Derecho y cada vez más con la indispensable cooperación internacional», aseguró el Príncipe, que consideró el terrorismo como «una de las más deleznables expresiones del totalitarismo, del odio y de la intolerancia. Es profundamente inhumano, cobarde y siempre injustificable».
Ante un auditorio repleto con medio millar de víctimas y distintos representantes de la vida política de Castilla y León, don Felipe destacó que «la lucha contra la barbarie terrorista debe ir siempre acompañada de un apoyo profundo y generoso a las víctimas y sus allegados», por lo que reclamó que la política en este ámbito esté marcada por «esa solidaridad, ese gesto de humanidad, de empatía y ese compromiso con las víctimas».
Dignidad personal
En este sentido, el Príncipe ensalzó el ejemplo que aportan las víctimas a sus sociedades de origen y aseguró que «su testimonio de dignidad personal se convierte en referente moral para todos, constituye una expresión genuina de la tolerancia, el pluralismo y la libertad que están en la base misma de la democracia y de los derechos humanos».
Para don Felipe, además, el movimiento asociativo de las víctimas es un enorme impulso para «el compromiso de nuestra sociedad civil hacia ellas y sus familias y contribuye a sensibilizar al conjunto de la sociedad en su rechazo al fanatismo y la violencia».
Los Príncipes de Asturias inauguraron un congreso en cuyo primer acto también estuvieron presentes el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y el presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, que calificó el congreso como «una iniciativa extraordinaria ante la que tenemos la obligación de garantizar que todo el sufrimiento, todo lo que les ha ocurrido a las víctimas, no será baldío».