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El presunto violador de Chiclana se autolesiona al saber que iba a prisión
J. T. E. se golpeó la cabeza con una ventana antes de ser conducido a Puerto II y después de que la víctima insistiera en su denuncia
CÁDIZ. Actualizado: GuardarUn golpe desesperado fue el último gesto que tuvo el presunto violador de Chiclana cuando supo que iba a ser enviado a prisión por orden del juez. J. T. E., de 33 años, no ha convencido ni al instructor ni a la fiscal de que su relación con una adolescente de 16 años, vecina de la misma localidad, fue un encuentro sexual consentido por ambas partes como él sostiene. El testimonio de ella, que se ratificó el martes en su denuncia ante el juez del nº 4 de Chiclana, fue la pieza que necesitaba el juez para ordenar un auto de prisión incondicional, que previamente había sido solicitado por la Fiscalía.
Los delincuentes sexuales y, sobre todo, los que tienen a menores entre sus víctimas son presos muy mal vistos entre los reclusos de las prisiones. Por eso, en muchas ocasiones tienen que ser apartados en módulos donde conviven con otros internos como funcionarios policiales que son blanco de las iras de la comunidad penitenciaria. Este miedo pudo haber sido lo que movió a J. T. E. para golpearse con fuerza contra una ventana y abrirse una brecha que le garantiza un ingreso directo en la enfermería de Puerto II; lejos de los presos comunes.
Este chiclanero adicto al ejercicio físico, que fue cazado por la Guardia Civil gracias a una foto suya que colgó en la Red, está acusado por la Guardia Civil de haber consumado una violación tras semanas de coacciones a su víctima, a la que captó a través de Tuenti, una red social muy popular.
Entre los indicios que han entregado los investigadores al instructor están los 'emails' en tono amenazante que le fue enviando supuestamente a la joven después de haberla engañado con una incipiente amistad que poco a poco se fue volviendo más íntima. En esos correos, el detenido presionaba supuestamente a la joven para que se citara con ella y le advertía con difundir información sensible sobre ella si no accedía a sus deseos. Ese proceso de captación mediante un perfil de internauta falso se está convirtiendo en el principal 'modus operandi' que los ciberacosadores que se esconden en Internet siguen para ganarse la confianza de sus víctimas.
La Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz continúa analizando el contenido de los dos equipos informáticos que le requisaron en su vivienda de Chiclana y donde no descartan que puedan aparecer indicios de que hubiera repetido la misma estrategia contra otras adolescentes.
Familiares del detenido acudieron ayer a los juzgados de Chiclana, donde había sido trasladado de nuevo J. T. E. desde los calabozos del cuartel donde había pasado su segunda noche. Ellos defienden su inocencia y sostienen que todo es una invención de la adolescente.