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Seis meses para un nuevo marco laboral
Los empresarios y las centrales afirman que su acuerdo lanza un mensaje de confianza y mejora la imagen de España en el exterior Sindicatos y patronales se dan por primera vez un plazo para reformar la negociación colectiva
MADRID. Actualizado: GuardarLas relaciones laborales entre empleadores y empleados serán modificadas en seis meses según figura en el Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva (AINC), documento de carácter trianual firmado ayer, a las pocas horas de ser cerrado, entre las patronales CEOE y CEPYME y los sindicatos CC OO y UGT. Los cuatro interlocutores tendrán que modernizar las normas por las que se rigen las empresas y los trabajadores y encaminarlas, entre otros objetivos, a aumentar la competitividad de los negocios sin rebajar los derechos de las plantillas; utilizar fórmulas que permitan ajustar la jornada laboral para salvar empleos; analizar la contratación; y abordar el absentismo.
Los AINC (suscritos desde 2002, con la salvedad de 2009) son habitualmente una especie de pactos-guía repletos de recomendaciones y buenas intenciones. Su vigencia por primera vez abarca más de un ejercicio. El capítulo más importante es el salarial y establece que las remuneraciones de los trabajadores deberán crecer en 2010 hasta un 1%; entre un 1% y un 2% en 2011; y entre un 1,5% y un 2,5% en 2012. Pero, en esta ocasión, se convierte en un documento más ambicioso que -junto con la reforma de la negociación colectiva- apuesta por «determinar el volumen global de contrataciones temporales» en cada convenio y por que los acuerdos colectivos firmados para 2010 aparquen sus condiciones y «tomen como criterio» las referencias salariales señaladas.
Los secretarios generales de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, valoraron también que inste a la reinversión de los beneficios empresariales para «la renovación de nuestro aparato productivo» y la creación de más y mejor empleo. No obstante, el párrafo que se refiere a esta redistribución queda diluido en el texto. Los interlocutores resaltan «la estabilidad de precios» como «elemento clave» para la mejora del mercado laboral y «en esta tarea deben participar activamente trabajadores y empresarios, tal y como recogen los compromisos de evolución contenida de salarios y excedentes [beneficios]».
Cláusula de descuelgue
Para los empresarios es importante que entre las recomendaciones adoptadas figure la cláusula de descuelgue, es decir, fórmulas que permitan a las empresas con dificultades económicas incumplir el AICN. Este instrumento ya figura en muchos convenios sectoriales y el pacto-guía propone que el descuelgue se incorpore a las empresas «cuya estabilidad económica pudiera verse dañada» por su aplicación. Para los sindicalistas resultan prioritarias las cláusulas de revisión salarial, que en este caso, garantizarán el poder adquisitivo de los trabajadores al final del trienio.
En definitiva, los AICN o pactos-guía sirven para que los convenios colectivos reflejen moderación salarial, sin que los empleados vean caer su capacidad de compra, repartir las ganancias empresariales y mantener la paz social, puesto que las discusiones en la negociación colectiva se reducen. Y el firmado ayer da salida, además, al diálogo social tripartito, con la incorporación del Gobierno para reformar el mercado laboral. Proceso que el Ejecutivo espera concluya en «un par de meses».
Igualmente, su existencia, en palabras de sus autores, «transmite confianza para millones de trabajadores y empresas». «Nos permite ir de manera más sosegada en la salida de la crisis», resaltó el presidente de CEPYME, Jesús Bárcenas, quien lamentó que en 2009 no se alcanzara el pacto-guía correspondiente. El máximo responsable de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, expuso su confianza de que «anime a los inversores y desaparezcan ciertas incertidumbres en los mercados». A su juicio, la firma del AICN «ha sido un ejercicio de responsabilidad» en el que «hemos arrimado todos el hombro».
Toxo aseveró que el documento «propone hacer una aportación trascedente a la recuperación económica del país». Méndez añadió que «en el ánimo de UGT también ha pesado para conseguir el entendimiento un aspecto intangible, consistente en el factor de confianza que el acuerdo puede imprimir en la sociedad española y fuera de ella». «Este país necesita enviar el mensaje de que todos remamos y luchamos por la recuperación económica», concluyó el líder de UGT.