Arriba, momento en el que Kiely mira las fotografías; al lado, una foto de la campaña promovida para salvarle del paro. :: AGENCIAS
Sociedad

Pillado en directo

Un gestor de inversiones se salva de ser despedido tras ser cazado por la televisión mirando fotos provocativas

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El gestor de inversiones australiano David Kiely saltó a la fama internacional la pasada semana, pero no por hallar una solución a la crisis económica ni por alguna exitosa transacción multimillonaria, sino por haber sido sorprendido 'in fraganti' por millones de personas mirando sugestivas fotografías de su compatriota, la 'top model' Miranda Kerr, en su puesto de trabajo. El pasado martes, el canal de televisión '7 News' acudió a las oficinas de Grupo Macquarie para emitir en directo una entrevista sobre la situación de la economía australiana.

El encuadre utilizado para la conexión resultó más que desafortunado, por lo menos para Kiely, quien apareció en directo deleitándose con las curvas de la modelo, que posaba semidesnuda en unas imágenes que había recibido por email. Su rostro se convirtió en un poema al percatarse de la presencia de las cámaras, pero ya era demasiado tarde. Fue inmediatamente suspendido de su puesto de trabajo y el caso pasó directamente al área de recursos humanos.

«Tenemos una política muy estricta en cuanto al uso de Internet en nuestras oficinas. Así que esta aparición en televisión será un asunto que se resolverá de manera interna», afirmaron desde Macquire. Sin embargo, los vídeos del incidente no tardaron en aparecer. YouTube aloja ya centenares de archivos sobre la fugaz incursión de Miranda Kerr en el mundo financiero. En Facebook se han creado grupos y páginas de apoyo al empleado y la web HereIsThe City lanzó una campaña para evitar su despido a la que se sumó la mismísima modelo. «Me he enterado de esta petición para salvar su trabajo; por supuesto que la firmaré», aseguró la celebridad.

Tanta repercusión mediática terminó por salvar a Kiely del paro. «Seguirá trabajando con nosotros. Él y Macquarie nos disculpamos por las ofensas que hayamos podido causar», anunció un portavoz de la compañía. Eso sí, para evitar otro bochorno semejante, los 11.500 empleados que tiene la firma alrededor del mundo ya han recibido una copia de las políticas internas de la empresa «para que se familiaricen con ellas».