Costa Rica avala el legado de Arias
La 'número dos' del mandatario logra una rotunda victoria en las urnas y se convierte en la primera presidenta del país centroamericano
Actualizado: GuardarLos costarricenses avalaron en las urnas la política de Óscar Arias al elegir a su 'número dos' y ministra de Justicia Laura Chinchilla como nueva presidenta y primera mujer en gobernar el país más desarrollado y estable de Centroamérica. Su condición de fémina pareció animar a los votantes que le otorgaron un rotundo 46,8% de los sufragios con los que elude una segunda vuelta.
Cuatro horas después del cierre de los colegios, mientras el tribunal electoral tenía resultados tan claros que sus dos principales adversarios la felicitaron y reconocieron la derrota por más de 22 puntos de diferencia, ella anunciaba un gobierno de «puertas abiertas» y con «independencia de criterio y con la mirada puesta en el bienestar del país».
El economista de 55 años Ottón Solís, del centroizquierdista Partido Acción Ciudadana (PAC), fue segundo en el escrutinio con un 25,1%. Era su tercer intento de llegar a la presidencia y, según adelantó, será el último. «Mi tiempo fue mi tiempo», asumió. Se lamentó también por no haber podido satisfacer los deseos de muchos compatriotas que aspiraban a sacar al gubernamental Partido Liberación Nacional (PLN) del poder que ha mantenido casi ininterrumpidamente durante más de cincuenta años.
El populista conservador Otto Guevara, del Movimiento Libertario (ML), apenas llegó al 20,8% pero, a diferencia de Solís, dejó entrever que no desistirá y dentro de cuatro años volverá a competir por cuarta vez para llegar al primer cargo de la nación. Su novia se ganó la reprimenda de la Iglesia católica que calificó de «no respetuosa e indebida» su acción de partir la sagrada hostia e intentar compartirla con el candidato, quien al estar divorciado no puede comulgar. Los sacerdotes la vieron colocársela en el bolsillo de la camisa y se la quitaron.
A las pocas horas de que concluyeran las votaciones, Chinchilla pronunció su primer discurso como presidenta electa ante sus enfervorecidos seguidores. Prometió independencia en su gestión, dialogar con todos los sectores y hacer de la seguridad y el desarrollo social los ejes de su mandato. Emocionada y sorprendida porque «el porcentaje que logramos superó nuestras expectativas», Chinchilla afirmó que era «un momento de alegría y de humildad. El pueblo me ha dado su confianza y no le traicionaré». Asimismo, homenajeó a las pioneras que «hace más de 60 años» lucharon por el voto femenino y reconoció que «hoy estamos haciendo historia».
Lucha contra el narcotráfico
Recalcó que su prioridad será la inseguridad ciudadana. «El mayor reto que tenemos es la criminalidad, la violencia y el narcotráfico. Lo he dicho de una forma dramática, Centroamérica puede ser el último campo de batalla de la guerra que se vive en Colombia y México. Debemos levantar la guardia, y tratar de recuperar la tranquilidad», proclamó. También incidió en que trabajará por el desarrollo económico y social de la nación que ha destacado como la más estable y avanzada de la región y para «fortalecer la educación pública y hacer que los centros educativos tengan acceso a las tecnologías».
La jornada transcurrió con normalidad en un país que no tiene Ejército y donde algunos electores no pudieron ejercer su derecho porque llegaron tarde a los colegios. La abstención fue alta. Llegó al 31%, pero mejoró el 34,8% registrado en los comicios generales de 2006.