Una amante de la vida sana serena y experimentada

Laura Chinchilla, guapa, elegante y mejor discípula del dos veces presidente y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias, conquistó con su planta y aplomo al español José María Rico Cueto. Fruto de ese enlace, el segundo para ella, tiene un hijo del mismo nombre de 13 años. A sus 50 años, se convertirá en la décima mujer presidenta del continente americano. En su currículum destacan una licenciatura en Ciencias Políticas por la Universidad de Costa Rica y una maestría en Políticas Públicas en la prestigiosa Georgetown, en la capital de EE UU, la misma donde estudió el príncipe Felipe.

Con 35 años fue nombrada viceministra de Seguridad pública y meses después era ministra. Desde entonces ha desempeñado cargos públicos bien como diputada o vicepresidenta y ministra de Justicia del Ejecutivo de Arias. En su entorno la consideran una mujer serena y sin complejos, que gusta de la vida sana. Incluso la ven, si la dejan, conduciendo su propio coche para ir al trabajo. Una amiga adelanta que no cambiará su estilo de vestir y que procurará «hacer al menos una comida al día con su esposo e hijo».