ESPAÑA

El Gobierno se arriesga a un revolcón parlamentario en el primer pleno del año

El ex ministro Jordi Sevilla secunda a José María Barreda en su demanda de cambios en el Ejecutivo

MADRID. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Gobierno corre serio riesgo de inaugurar el primer pleno del curso político en el Congreso con una derrota. El PP negocia con los nacionalistas para lograr hoy su apoyo a una proposición en la que exige al Ejecutivo que recorte al menos un 25% de sus altos cargos y asesores para «dar ejemplo» de austeridad ante la gravedad de la crisis. El partido opositor apunta a la supresión de la Vicepresidencia Tercera de Manuel Chaves y de las carteras de Vivienda e Igualdad.

El grupo popular tiene dos objetivos en el primer pleno del año: propiciar un revolcón parlamentario del Gobierno que acreciente la imagen de debilidad abonada por las críticas internacionales y por su desplome en las encuestas, y escenificar músculo político en el Congreso, al lograr el inusual apoyo a una de sus propuestas de la mayoría del hemiciclo.

Para ello, ha jugado sobre seguro y ha elegido como tema la reclamación de recortes ministeriales, uno de los pocos asuntos en los que el Gobierno ha contado por derrotas todas las votaciones en iniciativas semejantes, dos del PNV y una de ERC. En todos los casos, los socialistas vieron cómo no podían contrarrestar la suma de PP, PNV, CiU, ERC, BNG y Grupo Mixto.

El PP es optimista sobre la victoria, pero aún no la tiene segura. Los populares tienen casi hecho el apoyo de CiU, PNV y Coalición Canaria, pero los cinco diputados de ERC y BNG, esenciales para romper la igualdad de fuerzas, sólo votarán a favor si los populares aceptan sus enmiendas, que incluyen la supresión del Ministerio de Cultura y medidas destinadas a reducir la administración estatal en favor de las competencias autonómicas.

El PSOE, en ocasiones precedentes, sólo contó con la ayuda de los tres diputados de IU, UPN y UPyD, que no creen que el Congreso sea competente para imponer al presidente la organización de su Ejecutivo. Sus 172 votos, en todo caso, serían insuficientes si al final BNG y ERC se decantan del lado del PP.

Sevilla apoya a Barreda

El Gobierno no está obligado a cumplir con las exigencias de las proposiciones no de ley, pero su aprobación es una derrota política y más en un tema, como la remodelación ministerial, en el que ya ha escuchado críticas internas como las del presidente castellano-manchego, el socialista José María Barreda.

El ex ministro Jordi Sevilla, precisamente, se alineó ayer con Barreda en su petición de cambios en el Gobierno. El ex titular de Administraciones Públicas señaló que el presidente autonómico se limitó a reflejar lo que muchos «dicen en privado» de la reestructuración del Ejecutivo. Por decirlo, agregó, ha tenido que soportar las críticas de quienes creen que «los trapos sucios se lavan en casa o se dejan sucios para darle armas al adversario».

Sevilla compartió la «opinión y actitud» de Barreda porque «la mejor prueba de lealtad» hacia alguien es «decir lo que se piensa», y no hacerlo aleja a los ciudadanos de los políticos. El presidente castellano-manchego insistió ayer en que su petición de crisis de Gobierno fue hecha «desde la lealtad». Admitió, no obstante, que quizá no tuvo «el don de la oportunidad».

José María Barreda emplazó además a Zapatero a que sea «serio» y «valiente» en la defensa de la reforma de las pensiones y que no se eche atrás ante las críticas. A veces, agregó, hay que actuar «con firmeza» aunque las medidas sean impopulares.