Zapatero desayunó bien
Actualizado: GuardarSi bien no soy creyente, voy con respeto a aquellas ceremonias religiosas -como a las que mis relaciones, aun conociendo mis opiniones, me invitan. A escala internacional, Zapatero tiene que respetar, como yo lo hago a escala individual, la confesionalidad oficial de algunos países -no sólo los musulmanes-. Hizo bien, pues, en asistir el Desayuno de Oración. E hizo mejor aún en aprovechar su protagonismo leyendo el Deuteronomio, 24, -24, 14-16: «No explotarás al jornalero pobre, ya sea de tus hermanos o de los extranjeros», con cuyo motivo reclamó el derecho a un empleo digno de los más débiles, que en Estados Unidos son en gran parte los hispanos; exhortó a que, inmigrados o nativos, tengan una integración respetuosa con su cultura, y defendió el legado de España allí.
También reclamó más ayuda a los países empobrecidos del mundo, como Haití, y a la convivencia, no sólo tolerancia, entre las culturas -la Alianza en Civilizaciones- y a las distintas formas de vida, como la de los homosexuales, advirtiendo contra el fanatismo religioso, que tantas 'cruzadas' ha provocado a partir de ese país que, como bien recordó, fue fundado por peregrinos en busca de una libertad religiosa. La situación era complicada, y nada es perfecto; pero creo que ZP desayunó bien..