LAS CUENTAS CLARAS
Es mejor que los políticos publiquen sus sueldos y complementos que su patrimonio
Actualizado: GuardarLeyendo el patrimonio que esta semana han hecho público algunos de los diputados de la provincia se te queda cara de gilipollas (perdonen la palabrota pero en esta ocasión no la puedo evitar), sobre todo porque a más de uno nos gustaría saber con qué bancos o cajas han negociado sus hipotecas y dónde han encontrado pisos tan baratitos, quizás en alguna subasta. Además, lo que se ve por sus saldos en cuenta es que la mayoría sí que llega a fin de mes y eso en los tiempos que corren es todo un privilegio. Mejor sería que publicaran «lo que se llevan para casa», y no me refiero a que roben (el dios de Zapatero que me libre), me refiero más bien a lo que los trabajadores medios quieren saber cuando firman un contrato, después de que le reduzcan en nómina Seguridad Social, IRPF y su PM, que es una palabrota que se ha puesto de moda en el facebook para referirse a la genial idea de jubilarse a los 67 años. Menos coba darían los políticos a los ciudadanos si publicasen sus sueldos y complementos que en un político vienen a ser, por la cuenta de la vieja, lo siguiente: Lo que se lleva al mes para su casa por su cargo, más lo que cobra si además ocupa más de uno, o bien si es presidente o consejero de empresa municipal o caja. A ello hay que sumarle que normalmente un político de la talla de un diputado provincial no gasta y encima cobra dieta por desplazamientos. Para finalizar, al saldo medio de un político hay que restarle lo que se ahorran por ir en coche oficial, por comidas de trabajo y teléfono, que no digo que sea algo irregular, pero que es importante también que se hubiera añadido a la declaración de patrimonio para que nos se nos quedara cara de bobos. Para mayor claridad, habría que tener en cuenta y explicarle al ciudadano/votante que estas declaraciones pueden tener trampa y cartón, porque hay quien se cura en salud y pone sus propiedades a nombre de su mujer, de sus hijos o incluso de sus testaferros, por si acaso se divorcia y hay que darle más de la cuenta al contrario/a. O sea, que publicar el patrimonio de los políticos, sean del color que sean, es quedarse con el ciudadano, sobre todo en estos tiempos donde llegar a final de mes es cuestión de supervivencia y ya no hablo de poder pagar la hipoteca.
Cádiz, tomada por mujeres y hombres policías
Estaba Cádiz igual que una feria, pero con policías (curiosamente no vi una sóla mujer de uniforme) que abrían los capós del coche a diestro y siniestro y que tenían más quemados a los taxistas que el palo de un churrero. Se celebraba en Cádiz un Foro Europeo de Mujeres y había que salvaguardar la seguridad de una veintena de ministras, secretarias generales y séquito que participaban en él. Era la más importante puesta de largo de Bibiana Aído en la ciudad donde ha vivido la mayor parte de su vida política y donde los suyos quieren que se jubile como alcaldesa. Ella se resiste, pero al final seguro que escuchamos esa frase que dice «acato lo que dice el partido». Porque como muy bien ha dicho la ministra de Igualdad en una reciente entrevista refiriéndose a Chaves y Griñán, ellos antepondrán sus intereses políticos a los personales en el próximo congreso. Pues dicho y escrito queda, por si alguien algún día quiere recordárselo a Bibiana, que lo político está por encima de lo particular. A lo que iba. El Foro ha sido todo un éxito para una ciudad como Cádiz, aunque lo importante es que la Declaración de Cádiz no quede en papel mojado y se limite a una declaración de intenciones como tantas otras. En lo que se refiere a la seguridad ha sido una pasada, quizás la necesaria, pero difícil de explicar para el ciudadano que, por ejemplo, coge el tren en Cádiz y puede fácilmente llevar una bomba incorporada al cuerpo que nadie se entera porque no hay arco de seguridad en la estación. Eso sí, el equipaje hay que pasarlo por una cinta de seguridad y lo curioso es que ya luego no hay otro detector hasta llegar a la estación de Sevilla, con lo cual el que se monte en San Fernando, El Puerto o Jerez puede llevar en la maleta un mortero que nadie le va a decir nada. Está bien la seguridad, y máxime desde que en el 11 M nos dimos cuenta de que los ciudadanos de a pie también somos vulnerables, pero la seguridad también en igualdad para todos.