DIOS CON LECHE

Ni en la más surrealista de las predicciones se barruntaba la posibilidad de que la Biblia sirviera de guión al presidente Zapatero en una comparecencia oficial. Hombre, no se arriesga mucho con la elección, son textos clásicos revisados en varios concilios, es decir, políticamente correctos. Y, como han pasado muchos años desde que se murieron los guionistas, no hay que pagar derechos de autor, aquí la SGAE no puede rascar ni un céntimo. El Desayuno Nacional de Oración en Washington, que sustituye los cereales por una misa, ha originado, como estaba previsto, una plaga de polémicas y comentarios variopintos. La mayor crítica que se la hace a Zapatero es la de su falta de congruencia; un laicista practicante sometido al poder del mismísimo Jesús.

Yo no me escandalizaría por esta homilía; es perfectamente comprensible. Al igual que todos tenemos un seleccionador de fútbol dentro, un niño, un ladrón de bancos y un actor porno, también late en nuestro interior un cura obrero con buenas intenciones. El que diga lo contrario, miente. El hecho de que estas personalidades ocultas se reivindiquen depende de la oportunidad, y ZP la ha tenido, sin más. Además, no sé por qué se escandalizan los de la derecha tradicional; yo aprovecharía para invitarle a las manifestaciones en defensa de la familia y la vida. Igual, ahora que ha salido del armario de la sacristía, se apunta al bombardeo y la ayuda a Rouco Varela a dar la comunión. Los milagros son así, te pillan por sorpresa.

De todas formas, seamos justos en la crítica y valoremos la rapidez que ha tenido el presidente en reconocer que Dios puede que exista. Recuerdo que la crisis que se nos apareció a todos hace un año aproximadamente, tardó muchos meses en ser reconocida por el señor Zapatero y sus apóstoles económicos, y se le criticó, con razón, por ello. También es cierto que decir que Dios es una 'desaceleración espiritual' no se hubiera entendido. Amen. Pasen buen día.