CRISIS POR EL CORONAVIRUS

Una residente de Cruz Roja de 82 años está superando «sin complicaciones» el coronavirus

La Residencia de Cruz Roja en San Fernando contabiliza 20 altas, entre usuarios y trabajadores, y ningún nuevo positivo por COVID-19

La Residencia de la Cruz Roja ha facilitado el contacto telemático entre usuarios y familiares LA VOZ

José Pedro Botella

Tras diagnosticarse un total de 59 positivos por coronavirus dentro de la Residencia de Mayores y Centro de día Cruz Roja San Fernando , la realidad de los afectados mejora cada día a un ritmo similar al que vive el resto de la provincia. Después de realizarse 215 test a residentes y empleados , esta semana no se ha contabilizado ningún nuevo positivo . «Se están negativizando los casos», explica Antonio Montero Sines, director gerente del centro , tras confirmar 20 altas –12 entre usuarios y 8 entre trabajadores – lo que invita a pensar que la residencia se encuentra inmersa «en la fase de salida» de esta crisis. Además, 6 empleados ya se han reincorporado a sus puestos en la residencia después de recuperarse del coronavirus y haber aguardado un periodo de cuarentena.

Una residente asintomática está superando el coronavirus

La situación actual de la residencia mantiene el foco de atención en los 39 casos activos por coronavirus entre sus usuarios . De ellos, 36 permanecen en el centro dada su estabilidad, mientras que 3 se encuentran ingresados en el Hospital Universitario Puerta del Mar por el empeoramiento de sus síntomas. «Se están realizando test cada semana, ahora estamos a la espera de que muchos casos asintomáticos den negativo en las pruebas», indica Antonio Montero Sines. Es el caso de una vecina del popular Barrio de la Viña, de 82 años , que pese a ser diagnosticada como positiva por COVID-19 , pertenece al difícil grupo de detectar que engloba a los pacientes asintomáticos .

Hace un mes que la usuaria de Cruz Roja dio positivo por coronavirus tras presentar «un proceso leve de fiebre y cansancio» , explica su hija Gemma. «Le hicieron el test y al conocer el resultado positivo me informaron inmediatamente», cuenta la familiar. El proceso febril se convirtió en algo anecdótico durante la enfermedad, «se trata de una paciente asintomática», asegura su propia hija. La residente de 82 años goza de una estupenda salud , «es una mujer fuerte. Ella padece Alzheimer, pero no es broncópata ni cardiópata, solo tiene un poco de hipertensión arterial debido a su edad, pero está muy controlada y está superando el coronavirus sin complicaciones», afirma.

El martes 14, tres semanas después de ser diagnosticada, la usuaria volvió a someterse a una prueba que, finalmente, reiteró el resultado positivo. «En esta semana, deben revisar el diagnóstico a mi madre, pero clínicamente ya está curada porque no presenta ninguna patología: es afebril, no tiene ruido en el pecho, la saturación de oxígeno es correcta y se encuentra muy bien», afirma la hija de la residente.

Comunicación constante

«El internista me llama cada 3 o 4 días para informarme sobre cómo evoluciona mi madre, además una doctora de la residencia me facilitó su teléfono personal por si yo tuviera alguna duda durante este proceso», cuenta Gemma. Debido a la imposibilidad de recibir visitas, los propios empleados hacen las veces de interlocutores con los familiares, «ha sido una atención bastante buena». El sistema de información mediante circulares también ha sido una constante en el protocolo de comunicación de Cruz Roja hacia los familiares, «nos han mandado, al menos, una a la semana para informarnos de los contagios y ahora de las altas». «La última vez que visité a mi madre fue el 10 de marzo», explica Gemma. Desde entonces, la familiar mantiene el contacto telemático con su madre, «hacemos videollamadas 2 o 3 veces a la semana, también me mandan videos» . Aunque la residente esté aislada en su habitación debido al protocolo sanitario establecido, la usuaria no ha dejado de realizar «sus actividades y terapias ocupacionales», cuenta Gemma.

Medicalización del centro

«A mi madre no le hizo falta ser trasladada hacia el hospital, pero, en caso de que hubiera sido necesario entubarla, se podría haber hecho en la propia residencia ya que está medicalizada», cuenta Gemma. Siguiendo con las recomendaciones de las autoridades sanitarias y debido a los medios e infraestructuras con los que cuenta Cruz Roja (un edificio de cuatro plantas con espacio suficiente para poder dividir el espacio de forma organizada), la residencia está medicalizada desde hace un mes. «Los médicos del sistema público –dos médicos (uno de ellos internista) de San Carlos, dos médicos del centro de salud, otros dos de la residencia y dos enfermeras– acuden diariamente a ver a los enfermos a la Residencia y son los que determinan a quiénes se les realizan las pruebas» , tal y como explica el director gerente del centro. Las cuatro plantas del centro fueron divididas por sectores: los pacientes asintomáticos –como la usuaria de 82 años que está superando el coronavirus– están en una, los que tienen positivo en otra planta y los negativos en una distinta a éstos. «Los residentes no salen de las habitaciones para evitar el contagio porque en las zonas comunes resulta muy difícil mantener la 'distancia social'», precisa Antonio Montero Sines. «La detección temprana de los casos positivos, unidos a esta sectorización han sido claves» , explica el director gerente.

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