DÍA DE REYES MAGOS

Recupera el regalo que Sus Majestades se dejaron en una plaza

Las redes sociales ayudan a localizar a la familia que había perdido el regalo para que se lo pudiera entregar a la abuela Aurora

Foto de la bolsa de regalo para la abuela Aurora

CARLOS CHERBUY

Pocos eran los que tenían fe en recuperar el regalo. La bolsa tan bien preparada se había quedado olvidada en algún rincón y ya se daba por perdida. La abuela Aurora se quedaba sin esa sorpresa . Eso creían todos o más bien casi todos, porque precisamente la abuela Aurora sí que guardaba la esperanza de que alguien, con buena voluntad, se hubiera dado de bruces con la bolsa. Así lo decía a sus familiares, a los que intentaba tranquilizar tras el disgusto que siempre da el perder una cosa y más un regalo justo en el Día de Reyes.

Esa bolsa con la etiqueta 'abuela Aurora' se había quedado en las escaleras de la plaza de las Esculturas y la persona que se tropezó con ella fue Silvia Ruso. Lo primero que pensó fue en la manera de dar con su dueño ya que si le hubiera pasado a ella le gustaría que se la devolvieran. «Solo hice lo que me hubiera gustado que me pasara en el caso de ser yo quien perdiera la bolsa».

Y como la magia de los Reyes Magos están en las personas, la maquinaria comenzó a funcionar. Silvia hizo una foto del regalo y la colgó en Facebook, dando todos los datos que podía dar sobre la bolsa y donde se había encontrado. Inmediatamente se inició una cadena que compartía la instantánea y el mensaje , hasta que llegó a la familia.

Y el regalo llegó a manos de Aurora, con un día de retraso, pero al menos ya tenía su sorpresa. «Aurora tenía esperanza de que pudiera aparecer», afirma Silvia que al fin pudo entregar la bolsa que se encontró el Día de Reyes. Un gesto que le ha sido reconocido en las propias redes sociales y que ha generado tal expectación que ha sorprendido a la propia Silvia. «Sólo he hecho lo correcto, porque es lo que me gustaría que hiciesen conmigo si yo hubiese perdido ese regalo».

Es por ello que se muestra satisfecha por el final de esta historia, aunque también algo triste. «Porque no sé en qué se ha convertido el ser humano, que un simple gesto de devolver lo que no es tuyo, haga que te lleguen tantas felicitaciones». Sea como sea la abuela Aurora ya disfruta de ese detalle.

 

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