El paraíso escondido en el corazón de la Bahía
Los polvorines de Fadricas llevan más de una década esperando a su desarrollo, aunque los isleños ya lo han hecho suyo como sendero
Es uno de los terrenos señalados para el impulso de San Fernando . Casi medio millón de metros cuadrados que esperan desde hace más de una década a que se desarrollen, sin tener no solo fecha, sino si quiera un proyecto definido de lo que finalmente será, más allá de unas líneas sobre sus usos (destinados a viviendas, turismo e industria principalmente). Eso no ha impedido que los isleños se hayan adueñado del suelo de los polvorines de Fadricas, un paraíso escondido en el corazón de la Bahía con unas vistas que sorprenden y que se ha convertido en un sendero cada vez más utilizado.
El marco que ofrece zonas como Punta Cantera , desde la que se divisa la capital, así como las estructuras que durante años encerraron la pólvora y proyectiles militares, convierten al lugar en un curioso paseo en el que se entremezcla la naturaleza con el patrimonio olvidado , ya que desde hace años no tiene mantenimiento y a penas vigilancia. Y es que el territorio aunque privado, cuenta con tal extensión que complica su vigilancia y son muchas las personas que lo utilizan para hacer deporte o ruta con amigos y familia.
Situado junto a Bahía Sur, su entrada es complicada de divisar, pero existen varias formas de acceder al no contar ya prácticamente con vallas. Hubo una propuesta de abrirlo a los ciudadanos para que lo pudieran visitar, pero finalmente no se realizó nada, aunque cada vez son más los que acuden a este lugar en completo desuso.
Una pena, ya que cuenta con una pequeña playa, con estructuras singulares y con embarcaderos que datan del siglo XVIII. Como no podía ser de otra forma jugó un papel fundamental en diferentes contiendas que se libraron en la zona siendo de uso militar hasta 2001. Tras su desafectación el Ayuntamiento batalló para lograr su desarrollo y se llegó finalmente a firmar un acuerdo con Defensa. Así ha permanecido durante años.
Ahora, este lugar con múltiples posibilidades turísticas y de ocio, se encuentra completamente en el olvido, siendo sus polvorines, en vez de una referencia para San Fernando, un lienzo para que grafiteros dejen su seña de identidad. Incluso cada verano se suceden varios incendios en el lugar que destrozan el paraje tan singular en el que se ha convertido los polvorines de Fadricas.
Un extraño lugar que a solo unos kilómetros de lo urbano, se ha convertido en un pequeño paraíso que se abre a la Bahía, con unas puestas de Sol que a nadie deja indiferente y a la espera de aprovechar todos los recursos que ofrecen y en los que nadie se ha fijado desde hace años.