Los niños se hacen con el recinto ferial de La Magdalena

Sus caras lo dicen todo. Una mezcla de ilusión y nervios, como si existiera la posibilidad de que sin previo aviso cortaran la luz y ya no se pudieran montar. Corren para que nadie les quite el vehículo elegido, esperan con resignación a que les toque su turno y sobre todo señalan de un lado para otro. Los niños disfrutaron ayer de su día, ese en el que las atracciones cuestan menos y alivian los bolsillos de los progenitores, que se sienten más tentados a claudicar cuando llega el momento de suplica de la «última y nos vamos, de verdad. Venga ‘porfi’».

El recinto de la feria ha mostrado su mejor cara con un lleno hasta la bandera . El Día del Niño es una jornada que llena a rebosar las atracciones y por ende traslada el buen ambiente al resto de calles. Ha sorprendido la nueva distribución realizada, sobre todo en el caso de la caseta municipal que pierde trascendencia al ser más pequeña y mezclarse con el resto en la primera calle.

Algunos lo ven más práctico, a otros les toca acostumbrarse. El objetivo del Ayuntamiento es el de ir introduciendo cambios hasta que se pueda contar en La Magdalena con el proyecto planificado por los socialistas para tener un parque permanente y adaptado para acoger esta fiesta.