Chiclana de la Frontera
El levante hace acto de presencia en el Día del Vino en la feria de Chiclana
José Rodríguez Cordero fue homenajeado en una jornada marcada sin lugar a dudas por el calor y el fuerte viento
Tardó en aparecer, pero llegó. El fuerte viento de levante fue el gran protagonista en la jornada de viernes en la Feria de San Antonio en Chiclana de la Frontera. Las fuertes rachas de viento obligó a la Agencia Estatal de Meteorología a activar el aviso amarillo hasta el domingo. Además, las fuertes temperaturas volvieron a acompañar en el tercer día de feria y durante algunos tramos de la tarde se superaron los 32 grados.
Para combatir el calor, y en feria, la solución es sencilla: el vino. Fue sin lugar a dudas el segundo gran protagonista del día en una jornada que comenzaba con una trágica noticia. En la mañana del viernes, algo antes de las 07.00 horas, un vecino encontraba el cadáver de un hombre de 34 años, natural de Sevilla y que vivía en Chiclana.
El viento llegó con fuerzas, el calor persistía y el remedio como decíamos anteriormente no era otro que el vino, y en algunos casos la manzanilla. El viernes de feria es el Día del Vino en la Feria de San Antonio y a las 13.30 horas estaba previsto en la plaza Vino Sobretablas , situada en frente de la Caseta Municipal, un homenaje a José Rodríguez Cordero , miembro de la Cooperativa Unión de Viticultores Chiclaneros.
Sin embargo, a causa del fuerte viento de levante, el acto tuvo que retrasarse unos minutos y finalmente se celebró en el interior de la propia Caseta Municipal. Posteriormente, y de manera totalmente gratuita, los asistentes disfrutaron de los vinos de las bodegas que conforman esta asociación.
El viento no amainaba y muchos retrasaban su hora de llegada al recinto ferial. Como es habitual, a primera hora de la tarde, y debido a las distintas actuaciones programadas la Caseta Municipal albergaba un gran porcentaje de los chiclaneros y foráneos que aprovechaban la jornada desde bien tempranos. Al mismo tiempo, otros caseteros seguían recuperándose de una noche muy intensa de jueves y engalanaban sus casetas para otra gran jornada nocturna.
Algunas casetas mostraban un aspecto desértico, todo ello provocado por el levante. Manolo lleva «más o menos» veinticinco años trabajando en la feria. «Esto es lo peor que nos puede pasar», comenta sobre el levante.
«Si habitualmente hasta las cuatro de la tarde no se empiezan a llenar las casetas, si el levante no se va, hasta dentro de un par de horas va a estar vacío», apuntaba.
Quizás por su experiencia en el sector, y también porque los más pequeños tenían clase y muchos no terminaban de trabajas hasta las tres de la tarde, a medida que fueron pasando las horas el recinto fue presentando una imagen más animada.
El vino y el rebujito no fallaban, tampoco los abanicos de tintes políticos. «Esto es una barbaridad», comentaba Ana mientras se preparaba para pedir tickets de consumiciones en una de las casetas.
«Todos los viernes venimos a comer la gente del trabajo, te tomas un rebujito, una manzanilla fresquita».
«¡Mañana no se trabaja! ¡Hoy se bebe!», era el grito de guerra de uno de los compañeros de trabajo de Ana.
Los jóvenes y no tan jóvenes, aquellos que disfrutaron de la noche del jueves hasta que terminó la última canción, hacían su aparición. Las gafas de sol no podían fallar, muchas de ellas ocultando las ojeras por el poco descanso.
La Caseta Municipal seguía siendo la gran protagonista a la media tarde. A las 19.00 horas tenía lugar un desfile de moda flamenca y por la noche se inauguraba el recinto Ecuestre Equimar.
Los puestos de hamburguesas, perritos calientes y kebabs volvían a abrir. Samuel lleva trabajando desde la feria de Jerez (casi) sin descanso. «Ayer pude hacer más de ciento cincuentas hamburguesas».
«Es nuestra forma de trabajar, es lo que nos gusta».
A medida que pasaron las horas, las temperaturas se volvieron más agradables, quien decidió descansar por la tarde apareció con la puesta de sol. El vino y el rebujito siguieron siendo los grandes protagonistas, también el viento, no tanto los abanicos. Chiclana volvió a disfrutar de una jornada de viernes con la sensación de que lo mejor está aún por venir.