Munir, en un partido con el Barcelona. / AFP

Del Bosque llama a Munir para sustituir al lesionado Diego Costa

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La lesión de Diego Costa, que abandonó este viernes la concentración de la selección española por una lesión en el bíceps femoral izquierdo sufrida en el choque amistoso ante Francia, permitió a Vicente del Bosque aprovechar la coyuntura para convocar al

delantero hispano-marroquí Munir, que si juega un solo minuto ante Macedonia, el próximo lunes en el Ciutat de Valencia, ya no podrá ser convocado por el país magrebí.

El ascenso del futbolista azulgrana es meteórico, ya que en cuestión de meses ha pasado de jugar en el juvenil del Barça a ser convocado por la selección absoluta, pero esta sorprendente convocatoria hay que contextualizarla. Con su llamada, que obliga al futbolista a dejar la concentración de la sub-21, con la que debutó este jueves en Hungría, Del Bosque suple una baja y, sobre todo, se anticipa a un eventual conflicto de intereses.

Munir, de padre marroquí, madre melillense, nacido en El Escorial y formado en la localidad madrileña de Galapagar, dejó entrever en alguna ocasión que se planteaba la posibilidad de defender a la selección de Marruecos, país que, además, organiza el próximo mes de enero la Copa de África y que podría tentarle.

Comparado con Raúl

A sus 19 años recién cumplidos, este jugador zurdo, delgado, de rostro afilado, descarado, listo, vertical, rápido en el desmarque, con poco regate, pero de disparo fácil, ya es comparado con el exmadridista Raúl González Blanco. Los ojeadores de La Masia estuvieron más vivos que los del Real Madrid para apostar por su talento, pero sobre todo más listos que los técnicos del Atlético, club que lo tuvo en sus filas y lo cedió al cadete A del Rayo Majadahonda, donde explotó con 32 goles en 29 partidos.

Su irrupción fue progresiva. Sin una técnica depuradísima, sin un físico impactante y sin un carisma arrollador, jugó dos años en el juvenil B del Barça a buen nivel, pero no tanto como para ascender al A con la antelación de otros contemporáneos suyos. Simplemente, escuchaba, observaba y aprendía. Y nunca perdió el tiempo. Impresionó por su progresión imparable que le llevó a maravillar en la UEFA Youth League, cuya final resolvió con un gol antológico desde su propio campo. Y acabó el curso pasado marcando cuatro goles en el Barça B de Eusebio en Segunda División.

Luis Enrique se enamoró de sus movimientos, de su disciplina y de su sacrificio durante los entrenamientos de pretemporada. El técnico iba madurando la posibilidad de que jugara ya en la primera jornada de Liga y al final se abrió la puerta por la lesión de Neymar y la gastroenteritis de Pedro. Y Munir, como Raúl en su día, no es de los que desaprovecha las ocasiones: un poste, un golazo y una declaración de principios en su cuenta de Twitter que seguro que ha contentado a su técnico. «Soy muy feliz con el momento que estoy viviendo, sin olvidar que soy jugador del filial». Así llegará lejos, aunque su cláusula de rescisión, de sólo 12 millones de euros, obliga al club azulgrana a hacerle un contrato en condiciones. Y más después de citarle Del Bosque para la selección absoluta.