La portería que se abre y se cierra
Actualizado: Guardar«Casillas va a jugar la Supercopa (el día 12 en Cardiff, contra el Sevilla) y después vamos a ver», advirtió Carlo Ancelotti tras la goleada sufrida la noche del sábado ante el Manchester United en Michigan, donde el capitán del Real Madrid estuvo demasiado inseguro y volvió a demostrar que ha perdido la confianza en sí mismo. La del Madrid es la portería que un día se abre para Casillas e inmediatamente se cierra. El técnico italiano se ha encargado de nuevo de alimentar las dudas del guardameta al no asegurarle la titularidad, salvo en la disputa del primer título de la temporada. Ahora Casillas se verá presionado por Keylor Navas, cuyo fichaje por 10 millones de euros y para las seis próximas temporadas se hizo por fin oficial este domingo y será presentado el martes en el Bernabéu (13.00 h.) tras el acuerdo alcanzado hace ya tiempo con el Levante.
Precisamente, el día después de que Casillas ganase la batalla a Diego López, que ya que está obligado a abandonar el Real Madrid pretende cobrar los 12 millones de su finiquito, el portero mostoleño sembró de nuevo recelos entre gran parte de la afición blanca y dio pie a su entrenador para precipitar la entrada en el once de Keylor Navas en el caso de que Iker fracase. La Supercopa de Europa se presenta pues como un verdadero examen para Casillas, más exigido aún desde este momento por un guardameta cinco años y medio más joven que él (27 tiene el costarricense) que si bien no debe tener prisa para tomar el relevo en la portería sí puede aprovecharse de inmediato de la inestabilidad emocional y deportiva del campeón del mundo.
Florentino Pérez quiere una dura competencia entre Iker Casillas y Keylor Navas y la tendrá, porque Ancelotti, al igual que hizo la pasada temporada, cuando el técnico tuvo la oportunidad de poner fin al debate y no lo hizo, está dispuesto a mantener la alternancia. En principio, aparte de en la Supercopa de Gales, Casillas también iba a ser titular en la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid (los días 19 y 22) y sólo parecía estar en el aire su sitio en el once en el debut liguero ante el Córdoba el lunes 25. Ahora que los palos vuelven a caer sobre Casillas y Ancelotti le ha dejado claro que le amenaza de nuevo el banquillo, le toca al madrileño reaccionar y sobreponerse a la presión que le acogota, porque ya incluso ha perdido el halo de santo que le acompañaba.
Casillas fue acusado hace un año y medio por José Mourinho de «aburguesamiento», mientras el club comenzó entonces a filtrar de forma interesada que el icono madridista no se entrenaba como debía y por ello merecía perder su privilegiada posición. «Estar en una zona de confort, de comodidad permanente, no es lo mejor para ningún jugador. Vamos a intentar encontrar el punto de equilibrio. La confianza es fundamental para todos los jugadores, no sólo para el portero. Se traduce en rendimiento, pero del mismo modo que la confianza es un aspecto importante pienso que la competitividad no lo es menos. Entre ambas los jugadores consiguen sus mejores niveles de juego y forma», aseguró a principios de 2013 Mourinho, para justificar su «decisión técnica» de sentar a Casillas y apostar por Adán.
Bajón anímico
El caso es que ahora, entre la poca seguridad que Casillas tiene en sí mismo y el bajón anímico que supone para él verse en demasiadas ocasiones ninguneado por el técnico y por las altas esferas, Iker no está bien física ni mentalmente. El sábado, ante el Manchester, llegó tarde al primer gol pero no fue el gran responsable de ese tanto, aunque sí que pudo hacer más en los dos siguientes, porque estuvo descolocado en el segundo, en el que fue sorprendido por un ‘centro-chut’ de Young que no llegó a tocar Rooney, y falló con una mala salida -su hándicap de siempre- en el remate de Chicharito que cerró el marcador. Por si no tenía ya bastante con su mal final de temporada -el gol en la final de la Champions que a punto estuvo de costar la ‘décima’- y sus pobres actuaciones en el Mundial frente a Holanda y Chile, el último amistoso de la gira americana certificó su nerviosismo y se augura otra cruel batalla con vencedores y vencidos.
De momento, vuelve a ser objeto de encuestas, y mientras en una votación llevada a cabo por un periódico generalista ya hasta el 75% (entre 12.000 aficionados) opina que Casillas ni siquiera debe ser titular en la Supercopa de Europa, en uno de los deportivos de la capital casi el 60% (entre casi 21.000 seguidores) cree que el Real Madrid se equivoca al darle la carta de libertad a Diego López. Más heridas en una guerra que no parece tener fin.