Los sindicatos de Renfe también convocan huelga para el 31 de julio
Actualizado: GuardarSe avecina caos en la próxima operación salida de las vacaciones estivales, a menos que el Gobierno pacte una solución de última hora. A la huelga total convocada para la próxima operación salida del 1 de agosto por el comité de empresa de ADIF (CC OO, UGT, CGT, Sindicato Ferroviario y Sindicato de Circulación), el ente público que administra las infraestructuras ferroviarias, se sumará parte de la plantilla de Renfe. Así lo ha decidido ya la representación de CC OO, que es la principal fuerza sindical en la operadora pública.
También se sumarán probablemente a los paros el Sindicato Ferroviario (SF) y CGT, que fue precisamente la que planteó esta cuestión en el comité de empresa de Renfe celebrado el lunes, sin que su propuesta saliera adelante por la oposición de UGT y el Sindicato de Maquinistas (SEMAF). Las tres centrales que apoyarían la huelga representan a más de la mitad de los trabajadores de la compañía.
Serán, en total, 46 horas consecutivas de paro laboral entre los días 31 de julio y 1 de agosto que, a la espera de conocer los servicios mínimos que fijará el Ministerio de Fomento -normalmente altos en estas circunstancias, de hasta el 70% en los viajes de AVE-, probablemente causen retrasos importantes en los desplazamientos en ferrocarril.
El motivo principal esgrimido por las centrales sindicales en el anuncio realizado este jueves es la existencia de un déficit de personal que cuantifican en más de 5.000 trabajadores. En concreto, proponen la contratación de 5.560 personas para ADIF y otras 1.139 para Renfe.
Otra queja sindical se refiere al plan de ADIF para cambiar de destino, e incluso puesto, a 300 empleados sin una negociación previa. El gestor de la red, sin embargo, alega que el proceso sólo afectará al 2% de la plantilla y, además, será voluntario.
Las centrales se han dirigido ya a la ministra de Fomento, Ana Pastor, para que medie en el conflicto, al tiempo que han pedido reunirse con los presidentes de ADIF y de Renfe, Gonzalo Ferre y Julio Gómez-Pomar, respectivamente.
Últimos paros
La última huelga en el ferrocarril tuvo lugar entre finales de octubre y principios de noviembre -fueron casi una decena de días, con dos paros totales y el resto parciales-, convocada esa vez sólo por el Sindicato Ferroviario y CGT, centrales minoritarias en el sector. Aunque también entonces estaban llamados a la protesta los 28.000 empleados de ADIF y Renfe, su efecto fue bastante reducido.
Los problemas para los usuarios estuvieron limitados y, según el Ministerio de Fomento -que impuso unos servicios mínimos severos-, el seguimiento apenas llegó al 5%, mientras que los convocantes lo elevaron hasta el 70%.