Pelé. Foto: Reuters

Pelé, entre la esperanza y el llanto

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Hace ya 56 años que asomó en el gran escaparate al debutar casi como un adolescente en el Mundial de Suecia'58, pero 'O Rei' Pelé mantiene una actividad frenética. Mejor jugador de todos los tiempos y patrón perfecto para medir las virtudes del resto de aspirantes al trono universal, el genio de la cabeza alta y el cambio de ritmo muestra casi tanta habilidad e inteligencia para el marketing y las relaciones públicas como para el gambeteo y las piruetas sobre el césped.

Se teme otro Maracanazo pero desea una final contra Uruguay para que la 'Canarinha' pueda vengar una afrenta histórica. Confía en el favoritismo de los locales, pero confiesa que España es la mejor por su estilo moderno y definido, y el rival a superar por su condición de campeón.

Nombrado embajador honorario del Mundial de Brasil por la presidenta del país, Dilma Rousseff, Pelé desempeña un sinfín de cargos y vende su imagen de vitalidad, optimismo y alegría que sólo se trunca cuando vuelve la mirada hacia Edinho, uno de sus seis hijos reconocidos y condenado a 33 años de prisión por tráfico de drogas y blanqueo de capitales.

La 'Perla Negra' llora por ese hijo víctima de un mundillo oscuro que siempre censuró este icono que no ganó ningún Balón de Oro, aunque este año se lo concedió de forma honorífica la FIFA en el mismo acto en el que coronó a Cristiano Ronaldo como mejor jugador planetario del momento.

Polifacético

Actor, cantante, Caballero de Honor del Imperio Británico, Ciudadano del Mundo de la ONU, embajador de la Unesco e imagen del Bando de Santander para sus patrocinios del fútbol en Latinoamérica, Pelé presume allá por donde va de sus tres títulos mundiales, de sus hazañas y hasta esos goles históricos que no lo fueron en el Mundial de 1970. Su remate parabólico y el regate antológico son inolvidables, aunque el portero checoslovaco Viktor y el uruguayo Mazurkiewicz se salvaran de la humillación del gol.

A lo largo de diferentes comparecencias y entrevistas a la FIFA, a la revista GQ y a la agencia AFP, Pelé ha desmenuzado el Mundial que arranca el próximo jueves en Sao Paulo, rodeado de un sinfín de conflictos, protestas sociales, intervenciones policiales con disparos de pelotas de goma y gases lacrimógenos y retrasos en las obras de estadios e infraestructuras.

Organización y el rechazo popular: "Es una gran oportunidad para mostrar Brasil al mundo, hacer negocios e incrementar el turismo, pero estamos un poco preocupados porque desgraciadamente las manifestaciones y los conflictos pueden dañar todo. Tras la experiencia de la Copa Confederaciones, el Gobierno está mejor preparado. Vamos a trabajar duro para que sea una Copa excelente".

Recuerdos de 1958: "Aquella cita de Suecia a la que lo llegué con sólo 17 años sirvió para que conocieran a Brasil en el Mundo. Ningún periodista vino a vernos y la gente estaba muy confundida. Brasil, Argentina y la Amazonia eran lo mismo para muchos. La historia cambió gracias a ese Mundial".

El Mundial vuelve a Brasil 64 años después del Maracanazo: "La primera vez que vi a mi padre llorar y fue por esa derrota. Yo tenía 9 ó 10 años y recuerdo verle junto a la radio cuando regresé de jugar de la calle con tres o cuatro amigos, hijos de otros jugadores compañeros de mi padre, que también era futbolista. Se me quedó grabada esa imagen y recuerdo que en broma le dije: 'No llores papá, voy a ganar el Mundial por tí'. Fue la primera vez que vi a tanta gente deprimida en la calle y tanto llanto. Dios se comportó muy bien conmigo y me lo devolvió todo porque me permitió jugar cuatro Copas Mundiales y conseguir tres".

El nuevo Alcides Ghiggia: "Ojalá nadie repite lo de Ghiggia en 1950 aunque esto es deporte y podría ocurrir otro Maracanazo. Todos lo tenemos pero esperamos que Brasil complete un buen Mundial, llegue a la final y la gane. Me gustaría que fuera precisamente contra Uruguay para tomarnos la revancha".

Estreno ante Croacia: "Lo importante no es querer ganar 1-0 o 2-0 sino respetar al adversario y estar concienciados para darlo todos. El fútbol es muchas veces cruel y hay que estar preparado para todo. Puedes jugar fenomenal 85 minutos y al final perder".

Críticas a Scolari: "Creo que una de las cosas buenas que tenemos es que Scolari y Parreira (coordinador de la Seleçao) tienen experiencia y eso es fantástico para Brasil porque ya han pasado por estas situaciones y saben decir a los jugadores lo que tienen que hacer. Sobre todo confío en Parreira, que ya estaba en el equipo de 1970 como uno de los miembros del cuerpo técnico y afronta su séptimo Mundial".

Neymar: "Se trata de su primera Copa y nadie sabe muy bien lo que va a ocurrir. Es una gran responsabilidad para él, para todo el equipo y para todo el país, ya que todos queremos ganar y nadie piensa en otra derrota. Neymar era muy bueno en el Santos, mi equipo de siempre, pero la mejor decisión para él fue ir a jugar a Europa y al Barcelona. Para Brasil es como si hubiera ido un año a estudiar a la universidad. Ha ganado experiencia y eso es fantástico para él, algo mermado por las lesiones en los últimos meses".

Favoritos

Selección española: "Juega un fútbol moderno que me recuerda a la 'Naranja Mecánica' de los 70. Es una maravilla verla. Tiene una gran fortaleza y un patrón único desde hace más de ocho años. Sale uno, entra otro, y el equipo se mantiene igual de fuerte. Es una de las mejores selecciones de la historia, comparable con la Brasil del 58, 62 y 70. La mejor del mundo en la actualidad porque consiguió dos Eurocopas y el título en Sudáfrica. Es el rival a batir y lo vital para Brasil es no cruzarse con España en cuartos".

Otros favoritos: "Francia, Italia, Alemania, que combina físico y talento y ha crecido con Löw, Argentina, ya que aunque no tiene un combinado muy organizado posee excelentes delanteros, o Chile, que es el mejor equipo sudamericano en la actualidad".

A vueltas con Messi: "Cuando lo ves jugando en el Barcelona es un futbolista y cuando actúa con la 'Albiceleste' es otro. En su club está rodeado de excelentes jugadores como Xavi e Iniesta que le ayudan. En Argentina es diferente porque tiene más problemas para conectar con los compañeros. Vamos a ver si están preparados realmente para el Mundial".