Los niños enfermos deben salir en los medios, pero aumentando las precauciones
Actualizado: GuardarAunque hay que evitar los sensacionalismos y las imágenes estereotipadas, es importante que los niños enfermos salgan en los medios de comunicación para normalizar su situación frente a ellos mismos y frente a otros jóvenes que no se plantean que también existen malos momentos en la vida. El informe 'La imagen de los niños hospitalizados en los medios de comunicación. Cómo informar respetando su intimidad' de la Fundación Atresmedia y la Asociación de Informadores de la Salud (ANIS) invita a reflexionar sobre la vulnerabilidad de los menores y reflexiona sobre la idea de que la protección del niño no tiene por qué significar que no se informe sobre menores enfermos que están en el hospital.
"El problema es que si algo no sale en la televisión no existe", asegura Lary León, coordinadora de proyectos de la Fundación Atresmedia, quien recuerda que hablar de algo normaliza la situación porque "son niños y tienen derecho a seguir sonriendo y jugando". Así, lo importante, según el informe, es que los medios sean cuidadosos a la hora de preguntar y grabar a los niños hospitalizados y que tengan la autorización de los padres, pero también el propio niño.
Subir la audiencia
Además, el estudio asegura que es necesario desmitificar la asociación de un niño enfermo con cabezas rapadas, pijamas y tristeza. Por lo tanto, aunque hay que transmitir la realidad, hay programas de televisión que buscan "el morbo y subir la audiencia", asegura Javier Urra, psicólogo y primer Defensor del Menor de Madrid. "Hay contenidos en la parrilla, como 'Hermano mayor', que si se emite una noche para que se vea el problema de muchos padres con sus hijos adolescentes está bien, pero llevarlo a la máxima expresión buscando solo superar al programa de la cadena de la competencia no es una buena práctica", añade Urra.
Por otro lado, el psicólogo explica que normalmente los medios no muestran las multas millonarias que les imponen por dañar la imagen de los niños en muchos programas. Sin embargo, según Urra, "muchas veces el problema no son los medios sino la gente, que tiene una necesidad enorme de desnudarse y mostrar al mundo lo que está haciendo, como cuando manda fotos de las paellas que se comen", ha ejemplificado. Lo importante, según él, es "ponderar cada caso" por lo que la autorregulación es un factor clave en todo el asunto.
La utilización de las imágenes de menores es un problema muchas veces para las cadenas de televisión, que no tienen muy claro a partir de qué edad pueden aparecer. Respecto a ello, Urra explica que es "muy complicado" diferenciar por edades ya que “un niño con 14 años se puede casar pero no brindar con cava ni hacerse un "piercing'". Así, el psicólogo sentencia que "la libertad de expresión tiene su límite donde se daña al niño".