Una matrícula de coche. / Archivo

Matricular el coche es más barato de lo que se piensa

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La compra del coche es el segundo gasto más importante en la vida de una persona. Una vez metido en faena y tras haber negociado los extras, descuentos y ‘regalos’ del vehículo, la matriculación suele dejarse al concesionario y la gestoría. Por ello pueden cobrar hasta 500 euros por los trámites que si uno los hace en persona pueden salir sólo por unos 100 euros.

Conviene aclarar que el gasto de matriculación no es lo mismo que el impuesto de matriculación; son conceptos independientes y se pagan por separado. El primero engloba los trámites que el concesionario realiza para obtener las placas del coche.

Para comenzar con el ahorro, según recoge la web www.autocasion.com, hay que solicitar el ‘tríptico’ al vendedor. Esto es un documento de tres hojas con los datos más importantes del coche, entre ellos, las emisiones de CO2, con las que se calcula el impuesto de matriculación que hay que pagar si las emisiones son superiores a 120 g/km.

Lo siguiente que hay que conseguir es el llamado ‘Modelo 576’, que se descarga de la página de la Agencia Tributaria -www.aeat.es-. Con este documento se calcula el importe del impuesto de matriculación. Una vez abonado, el banco facilitará un código NRC (Número Referencia Completo); que hay que añadir al ‘Modelo 576’ y estará listo para ser presentado en la sede virtual de la web de Hacienda. Para hacer esto en internet hay que tener un certificado digital o el DNI electrónico. En todo caso, siempre se peude pedir cita previa.

El impuesto de circulación hay que abonarlo en el ayuntamiento en el que va a estar matriculado el coche, el mismo en el que estés empadronado el dueño, aunque no resida allí. Su precio depende de cada municipio y de la potencia fiscal del vehículo. Es el que se paga cada año.

En la Jefatura Provincial de Tráfico hay que presentar toda la documentación anterior y los correspondientes justificantes de pago, junto al tríptico y la fotocopia del DNI, pasaporte o tarjeta de residencia. Allí facilitarán el número de matrícula y el permiso de circulación, que cuesta 94 euros.

Para hacer las matrículas hay que visitar una tienda de recambios. Las placas costarán entre 6 y 50 euros, dependiendo de si son metálicas o de metacrilato.

Con los papeles y las placas solo hay que acudir al concesionario, donde solo quedará atornillarlas al vehículo.

Con lo ahorrado, por ejemplo, podría pagarse un control de velocidad/limitador, los antiniebla, un soporte de barras para el techo de mayor calidad o parte de la instalación de la bola de remolque para instalar un soporte de bicicletas.