Telefónica se cubre las espaldas en la compra de Digital+

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La letra pequeña del acuerdo de compra del 56% que Prisa tiene en Digital+ revela que Telefónica -que tendrá el 78% de la antigua Sogecable, frente al 22% que mantendrá el grupo Mediaset (dueño de Telecinco y Cuatro, entre otros canales)- se ha cubierto las espaldas ante imprevistos. Así, por ejemplo, si las condiciones impuestas por los reguladores ante el cuasi monopolio que alcanzará en la televisión de pago –tendrá más del 80%_de los ingresos y más de dos tercios del mercado, con 2,3 millones de clientes– le resultaran “inasumibles”, podría llegar a anular la operación pagando, a cambio, una indemnización próxima de 58 millones para el vendedor.

Otros escenarios también han sido contemplados por ambos grupos en las semanas previas a anunciar una operación que está ultimada en casi todos sus detalles, pese a que ambas partes hayan comunicado esta semana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ahora se abre un período de 30 días donde se compromete a “negociar los contratos que documenten satisfactoriamente la transacción”. Dentro de esos supuestos, resultado de las condiciones que puedan imponer los reguladores que revisen la adquisición de Digital+ -ya sea el español, el europeo o incluso ambos-, la compañía que preside César Alierta ha querido preservar sus ‘joyas de la corona’ televisiva.

Nos referimos a los llamados contenidos ‘premium’, fundamentalmente eventos deportivos de primer orden de cuyos derechos de emisión dispone en exclusiva como, por ejemplo, el Mundial de motociclismo o, a través de la adquisición de la plataforma televisiva de Prisa, también los partidos de fútbol de la Primera División y otras competiciones europeas. De hecho, Telefónica ya estaba negociando por su cuenta para conseguir la Champions League para las próximas temporadas. Son los mayores activos de Movistar TV, la heredera de su oferta de Imagenio y uno de los principales atractivos de sus paquetes de telefonía combinados.

Dado que los reguladores podrían obligarle a vender parte de esos contenidos a terceros, o bien a compartirlos con otros, Telefónica ha introducido una cláusula para que Prisa le ayudara a buscar un comprador al mejor precio para ellos o bien colaborara en la compensación de la diferencia por la suma multimillonaria que pagó por ellos. No obstante, no han trascendido los porcentajes en que se dividiría dicha colaboración. También se incluye en los contratos, según fuentes del sector, una posible reducción de la suma ofrecida por la operadora (725 millones) si el visto bueno de las autoridades se demora más allá de un período razonable, que en principio se estimaría en seis meses.

Pendientes de los reguladores

Así, las cosas, para mediados de junio podrían presentarse los documentos correspondientes ante la CNMV y, a su vez, ser remitidos a la Comisión Nacional de los Mercados y para la Competencia (CNMC), a fin de que inicie el proceso de revisión. Sin embargo, el presidente de este órgano, José María Marín Quemada, ya advirtió días atrás que la operación –vista por el Ministerio de Industria simplemente como “una muestra más del dinamismo del sector”- “tiene una clara dimensión comunitaria”, por lo que es probable que termine enviándola a su vez a la comisaría europea para la Agenda Digital , que suele ser más restrictiva con las concentraciones.

De hecho, los dos principales competidores de Telefónica en el sector de las telecomunicaciones, Vodafone y Orange, ya han pedido a ambos reguladores que tomen cartas en el asunto, sobre todo en el caso del europeo. Entienden que dado la posición de dominio “casi absoluto” que alcanzaría en la televisión de pago, es necesario que se impongan a la operadora española “algunas restricciones severas”