Nadal se crece en Madrid

Pasados un par de puertos de segunda categoría, el primero de categoría especial con el que se encontró Rafa Nadal fue salvado con nota por el número uno del mundo. Nota altísima después de una ascensión a las semifinales del Masters 1.000 de Madrid en la que atacó pronto, se olvidó de las pájaras acabó arrasando y demostró que a día de hoy es el hombre más fuerte del escaso pelotón que queda en la capital española. Tras su triunfo ante Berdych por 6-4 y 6-2 espera en la penúltima ronda del torneo a Bautista, que derrotó al colombiano Giraldo en un gran partido por 6-3 y 6-4. Desde luego, Nadal llega a esta fase final como líder: con la vitola de favorito para ganar el Mutua Madrid Open. “Creo que he ha sido mi mejor partido de la temporada”, confesó el de Manacor a La Sexta.

Ante Berdych se confirmó que se han acabado los chollos para el balear en Madrid, se han terminado los partidos con tensión únicamente en los tres primeros juegos. Antes de empezar el partido, el manacorense ya había avisado de que era un partido muy complicado, “una gran prueba”. Un reto que fue capaz de transformar en el punto de inflexión este año. Se acabaron las dudas en tierra , la mejor versión de Nadal sobre esta superficie ya está en Madrid. Está gracias a la motivación que demostró en la pista y a la mejoría en su juego.

Tardó en carburar Nadal. En los primeros juegos los errores eclipsaron a los aciertos. Hasta que se entonó el español en torno al ecuador del parcial. Un resto directo tras un gran saque, cuando estaba desplazado de la pista y a tres metros de la línea de fondo, fue el destello que le lanzó en el partido y le permitió conseguir su primer ‘break’. A partir de ahí, se gustó y se creció. Empezó a sacar el puño y a poner en pie a la central de La Caja Mágica, que se volcó una vez más con el número uno del mundo.

Su derecha fue el misil de las grandes citas. Ese golpe con el que manda, en torno al que se muevo en la pista, gracias al cual tritura a sus oponentes. Derechas invertidas, paralelas, en carrera, en forma de ‘passing-shot’, anguladas, con peso, con decisión…De todos los colores. Era su día, la tarde de su ‘drive’, de la reafirmación de su tenis. El duelo en el que, además, su servicio funcionó a la perfección.

Enfrente, el checo no tuvo capacidad de reacción. Muy lineal durante todo el duelo, se limitó a agarrarse a su primer servicio y poco más. Tras un buen inicio de partido, como el saque no le funcionó, su juego se diluyó entre las bombas del balear. Así se metió Rafa Nadal en semifinales. Dominando a su rival a base de piernas y golpes. Ahora le quedan las dos últimas etapas para coronarse de nuevo en Madrid.