![](/RC/201405/08/media/cortadas/AncelottiCristiano--253x180.jpg?uuid=5bdd7f50-d6db-11e3-885c-08a183eae729)
El Real Madrid necesita reposo
Actualizado: GuardarLas rosas se han transformado en espinas en poco más de una semana. El Real Madrid, que se las prometía muy felices después de golear al Bayern de Guardiola y avanzar a la final de la Liga de Campeones, ha dilapidado buena parte de sus opciones de título liguero después de empatar de forma consecutiva en casa frente al Valencia y a domicilio contra el Real Valladolid.
Son noticias malas, pero no son las peores. Esas están en la camilla de la enfermería, donde sólo falta coger número debido al gran número de futbolistas que llegan al momento álgido de la temporada lesionados, tocados, o con una falta alarmante de partidos y de continuidad. Ha hecho daño, y mucho, la imagen mostrada por los de Ancelotti en Pucela el pasado miércoles. Y eso incluye el aspecto físico y el psicológico. El último de ellos fue señalado por el técnico italiano como responsable del naufragio en Zorrilla: «No hemos tenido la suficiente energía mental para afrontar los dos últimos partidos. No veo al equipo cansado físicamente». Juan Ignacio Martínez, desde el otro banquillo, se permitió el lujo de opinar: «Creo Ancelotti trasladó el miedo a los suyos con los cambios», retumbó en la sala de prensa.
Y es que el técnico transalpino sabe que sus futbolistas puede que no estén cansados, pero sí 'tocados'. Por su importancia quien más preocupa es Cristiano Ronaldo, que se entrenó bien en la jornada del jueves y se dejó ver entre sonrisas en el Masters 1000 de Madrid en la Caja Mágica horas después de retirarse en el minuto ocho del partido en el que el Real Madrid ridiculizó sus opciones de cara al campeonato doméstico. El diagnóstico fue de fatiga muscular por lo que no debería ser preocupante. Sin embargo, el jugador ha debido ausentarse en algunos de los partidos del tramo final de la temporada y no parece pasar por su mejor momento. De igual forma Bale no estuvo en Valladolid, aunque se le espera para Vigo.
La defensa, un cuadro
Sergio Ramos, en un estado de forma sobresaliente, sostiene una línea que hace aguas. Varane, de nuevo a vueltas con sus inflamaciones en la rodilla derecha no es, dadas las circunstancias, un recambio de garantías para Pepe. El luso finalizó el encuentro con molestias en el gemelo que pueden derivar en una rotura, algo que podría poner en cuestión su presencia en Lisboa. En la banda derecha Carvajal padece pequeños problemas musculares, que no deberían ser motivo de alarma salvo por el hecho de que el otro jugador blanco en esa posición, Arbeloa, se acaba de recuperar de su lesión y no ha contado con minutos.
Un caso parecido pero de mayor envergadura es el del mediocentro. Illarramendi no ha alcanzado el nivel deseable. La obligada baja por tarjetas de Xabi Alonso en la final frente al Atlético de Madrid abre las opciones a Casemiro, que no ha gozado de la confianza del técnico, y a Khedira, recuperado de su gravísima lesión de rodilla aunque, al igual que Arbeloa, sin minutos ni rodaje. Más adelante, más dudas. Di María se une a Cristiano y a Bale y tiene dañado, aunque sin rotura, el aductor de su pierna izquierda. Probablemente no juegue más en Liga para llegar con garantías a la cita en el estadio de Da Luz el próximo 24 de mayo.
Todo suma, y con Cristiano, Bale, Di María, Varane y Pepe renqueantes, Arbeloa y Khedira saliendo de sus respectivas lesiones y Casemiro en el ostracismo de los banquillos, lo ocurrido en casa frente al Valencia y en Pucela no parece tan descabellado. El Real Madrid necesita reposo, y el decepcionante rendimiento en la última semana abre el debate sobre si exhalar el último aliento e ir a jugar contra el Celta con todo o dejarse ir hasta el gran derbi madrileño que detendrá Europa. Luchar hasta el final es una seña de identidad del club. La Copa de Europa, otra. La decisión final, en Carlo Ancelotti .