Un balón, un sueño
La segunda edición del Mundial de fútbol de niños sin techo se juega en Brasil
MADRID Actualizado: GuardarConocen la calle mejor que nadie. La gran mayoría ha tenido que vivir su infancia mendigando, robando o esnifando pegamento. Ahora el fútbol les da una segunda oportunidad. Un tren que muchos esperan que cambie su maldicha vida. Durante los próximos diez días, selecciones de niños entre 14 y 17 años desfavorecidos de los cinco continentes quitarán el protagonismo a los Messi, Cristiano y compañía, para disputar la 'Street Children World Cup', un mundial para pequeños que se han criado en la calle. «Es un milagro verles participar en este torneo», reconoce la doctora Abla El-Badry, quien animará en Rio de Janeiro a la selección de Egipto.
Aunque es difícil de estimar con precisión cuántos niños y niñas de la calle hay en Egipto, las cifras oficiales oscilan entre 100.000 y dos millones, una variación sustancial que depende de cuál sea la definición utilizada. Según las estadísticas, dos tercios mantienen algún tipo de contacto con sus familias, mientras el otro tercio ha roto todos los lazos y ni tan siquiera puede localizarla.
Los chicos rezan junto a la portería antes de cada partido. «Hay muchas emociones en juego», cuenta Abla, miembro de la ONG que ofrece refugio a los chicos, que afirma que «para ellos el mundial de Río significa una segunda oportunidad».
Será un momento único en sus vidas. Brasil dará rienda suelta a sus sueños. Visualizarán un futuro mejor con un balón en los pies. «Se por mi propia experiencia lo que el poder del fútbol puede inspirar y cambiar la vida de los jóvenes, sin importar su historia o nacionalidad», destacó David Beckham en un comunicado antes de que los equipos llegaran a Brasil. El exinternacional inglés es el promotor de este evento que se organizó por primera vez en Durban (Sudáfrica) en 2010, con India proclamándose campeón. «Yo comencé en las calles como ustedes, mi familia era una familia pobre de Brasil», destacó Pelé, quien también apoya la iniciativa, durante un torneo similar en Egipto durante el mes de febrero.
Hace cuatro años, en Durban (Sudáfrica), se puso en marcha este proyecto que tendrá su continuación en Río de Janeiro. Las 19 selecciones que participarán en esta segunda edición son las siguientes: El Salvador, Estados Unidos, Nicaragua, Brasil, Argentina, Inglaterra, Egipto, Liberia, Burundi, Zimbabwe, Kenia, Tanzania, Mozambique, Islas Mauricio, Sudáfrica, Pakistán, India, Filipinas e Indonesia.
El proyecto parte de una iniciativa con el fin de denunciar la situación de millones de niños del mundo entero, condenados en sobrevivir en las calles, en muchos casos sin familia ni hogar. El torneo pretende por encima de todo concienciar al mundo entero sobre este problema. Niños pobres subiendo a un avión por primera vez en sus vidas, y con el orgullo de saber que durante unos días podrán representar a su país con una sonrisa en la boca. El mayor logro de la primera edición fue el compromiso por parte de la policía local de aplicar la Declaración de Durban sobre derechos infantiles. Las expectativas de impacto de Río son mayores, pues aumentará el número de participantes: veinte selecciones masculinas y ocho las femeninas.
Los preparativos del torneo, que incluye también un festival de arte, fueron eclipsados por la muerte de uno de los jugadores del equipo brasileño. Rodrigo Kelton, de Fortaleza (noreste de Brasil), fue asesinado el mes pasado por narcotraficantes el día que cumplía 14 años. Sus compañeros de equipo cargaron el ataúd en el servicio fúnebre.