MARCHAS DE LA DIGNIDAD

«¡Matad a esos hijos de puta!»

Las imágenes que estudia la Policía revelan la alta organización del ataque del 22M y el intento frustrado de capturar a un agente para apalearlo

MADRID Actualizado: Guardar
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La Brigada de Información de la Policía Nacional de Madrid rastrea desde hace dos días internet a la búsqueda de vídeos caseros en la red sobre los disturbios del pasado sábado en Madrid colgados por ciudadanos, manifestantes y los propios violentos. Los agentes, que también analizan vídeos grabados por policías infiltrados, tratan por todos los medios de identificar a los cabecillas de los grupos radicales «organizados» que tendieron una emboscada a medio centenar de funcionarios y lograron lapidar a quince de ellos al término de las manifestación en el paseo de Recoletos. Este periódico ha tenido acceso a cuatro de las grabaciones que revisan los expertos.

Todas ellas han sido recuperadas de las redes sociales y versan sobre el momento más crítico de los disturbios, el de las 20.30 horas, cuando un subgrupo de 15 miembros del Grupo 7 de la UIP de Madrid quedó aislado y fue atacado durante diez minutos. Según el análisis de los especialistas, las grabaciones demuestran que la operación fue «perfectamente» coordinada y que se usaron tácticas de guerrilla urbana, consignas, órdenes y cadena de mando.

En el primero de los vídeos no se ve a los atacantes, pero se escuchan sus gritos mientras los funcionarios se retiran bajo una lluvia de piedras: «¡Sufrid, hijos de puta, sufrid!». Y las primeras órdenes de los jefes de las revueltas: «¡Atacad, atacad!»

En la segunda de las grabaciones se oye la consigna de los radicales que ya se han dado cuenta de la delicadísima situación en que está la furgoneta de la Policía Municipal y los antidisturbios que han ido rescatarla: «¡Matad a esos hijos de puta!». En ese mismo vídeo se observa a uno de los cabecillas encapuchados de la revuelta que patea en el suelo a uno de los agentes heridos en la cabeza y que ha perdido el casco mientras era atendido por los paramédicos.

Ese mismo atacante protagoniza un episodio posterior hasta ahora inédito en las refriegas con los antidisturbios. Intenta capturar a un agente para llevarlo a la turba para que sea «linchado», en palabras de los investigadores. El agresor, como se aprecia en las imágenes, trata de llevarse agarrado por la espalda al agente 1u725, que en esos momentos trata de proteger a uno de sus compañeros heridos. El policía, sin embargo, logra zafarse e incorporarse al grupo que se repliega. Solo instantes después se escucha otra orden de los radicales: «¡Al suelo, al suelo con ellos!».

En la tercera de las grabaciones se aprecia como los atacantes avanzan de manera coordinada, en un solo frente, contra los antidisturbios que se han quedado solos. Alguno de los líderes de la revuelta anima a los suyos a no cejar con la lluvia de piedras y adoquines que cae sobre el subgrupo aislado. «¡Bien arrinconaditos! ¡Ahí, a recibir!».

En el último de los vídeos es en el que se aprecia con más claridad los rostros de varios de los atacantes que durante varios minutos se dedicaron a romper aceras, adoquines y a sacar piedras de las fuentes cercanas para usarlas como munición. «¡Más piedras, más piedras!», reclaman desde la primera línea. «¡A por ellos!». «¡Cuidado que nos rodean!».

«Subidón»

Al final, fueron 24 los detenidos entre los cientos de violentos que se ven en las imágenes. Solo uno ingresó en prisión. Se trata del madrileño de 20 años Miguel M.S., sin antecedentes penales. Según el juez de instrucción 30 de Madrid, Francisco Javier Tejeiro, tras la refriega con los quince policías que quedaron aislados en el paseo de Recoletos frente a un millar de violentos, el imputado se dirigió por el paseo del Prado hacia la glorieta de Carlos V, donde se encuentra la estación de Atocha, «manifestando a los viandantes» entre otras cosas: «Voy todo de subidón porque en las cargas de Recoletos fuimos capaces de rodear a un policía y yo le tiré una piedra en la cabeza cuando estaba en el suelo. Mañana lo veréis en las noticias. Quedó inconsciente y se lo tuvieron que llevar arrastrando».

El magistrado asegura que Miguel M.S. además, antes de la agresión al agente, fue «observado» cuando «cogía varios adoquines en la calle. Fracturándolos y distribuyéndolos entre sus acompañantes para, a continuación, lanzarlos contra los agentes uniformados».

El juez también relata la supuesta agresión que ha llevado al detenido a ser imputado por desórdenes públicos y, atentado con medios peligrosos y lesiones. «Cuando (Miguel M.S.) se encontraba a la altura del paseo de Recoletos, aprovechando que uno de los agentes se encontraba desprovisto de casco, tras coger una piedra de granito de grandes dimensiones, le golpea con ella en la cabeza, ocasionando al funcionario XXX.XXX un traumatismo craneoencefálico y lesión en región parieto-occipital derecha por la que precisó varios puntos de sutura».