Valdés se tapa la cara al ser retirado. / Efe
Fútbol | Primera División

La lesión de Valdés amarga la victoria culé

El Barça gana al Celta con un doblete de Neymar, pero pierde al portero tras romperse el cruzado de la rodilla derecha

BARCELONA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

No hay nada como ganar en el Bernabéu para que la tranquilidad regrese a Can Barça. El FC Barcelona derrotó al Celta, de manera amplia, solvente y por momentos brillante, sobre todo en la primera parte, y puso los cimientos de la tan ansiada regularidad. Y es que, si el equipo catalán quiere ganar la Liga, sabe que tiene que completar un pleno de aquí a final de temporada, una empresa que, sobre el papel y, viendo que los azulgrana han cogido aire, moral y buen tono, se antoja realizable (Espanyol, Granada, Elche, Villarreal, fuera; y Betis, Athletic, Getafe y Atlético, en casa).

Victoria, en definitiva, bastante plácida de los hombres de Martino, sustentada en la actuación de Neymar, que hizo un doblete, y en las apariciones esporádicas de Messi e Iniesta, pero amargada por la grave lesión de Valdés. El portero de L’Hospitalet cayó a los 22 minutos de la primera parte, a causa de una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, y no sólo se perderá lo que queda de temporada, sino también el Mundial de Brasil.

Valdés, víctima de la misma lesión que el madridista Jesé, deberá ser operado y estará al menos seis meses alejado de los terrenos de juego. Su cara a la salida del hospital, abatido, lo decía todo. Es su última campaña en el Barça y Valdés no pudo despedirse de manera más triste. Retirado del Camp Nou en camilla y entre sollozos, con una rodilla rota. Sus gestos de dolor sobre el terreno de juego ya presagiaban un final muy cruel para su gloriosa carrera como guardameta del Barcelona.

Fue la cruz de un choque frente al Celta en el que Martino hizo bastantes cambios. Puso a Neymar, Messi y Alexis en ataque; reservó a Xavi, Busquets, Alves y Piqué; y tiró de fondo de armario con una medular formada por Song, Cesc e Iniesta. Equipo con variantes respecto al que alineó en Chamartín. El Barça jugó tranquilo de más a menos y con altibajos, pero no tuvo problemas para derrotar a un Celta que no contaba con su mejor hombre, Rafinha, y que se mostró temeroso en el inicio y se fue asentando cuando ya no había mucho que hacer.

Luis Enrique, que prescindió de sus dos mejores cañoneros, Nolito y Charles, salió con cinco atrás, muy cerrado, previendo lo que le venía encima. Ni así. A los tres minutos, gran jugada de tiralíneas: Messi sobre el desmarque de Alexis, que asistió con el pase de la muerte a Neymar y el brasileño hizo el primero mientras la hinchada aún tomaba asiento. Arranque fulgurante de los azulgrana, que actuando siempre al límite del fuera de juego, llegaban con una facilidad casi abrumadora. Las diagonales que trazaban Neymar y Alexis daban vértigo, sobre todo en Vigo.

Sin embargo, poco a poco, el Barça fue perdiendo brillo. Se lesionó Valdés, también Cabral, y mediada la primera parte el encuentro se quedó sin parte de su ritmo. Entre tanto, Messi e Iniesta volvieron a firmar una genialidad. El manchego lanzó una asistencia brutal y vertical que culminó el argentino. Sin ser pletórico, la gracia del Barça estaba en que Neymar, Messi, Alexis e Iniesta intercambiaban sus posiciones y sus roles. Lo mismo hacían de asistentes, que de receptores o de traza-diagonales. Para el Celta era muy difícil de defender y el peligro era latente.

Tras el descanso, el FC Barcelona siguió con un ritmo muy irregular, algo más despistado y dio alguna opción a los vigueses. Pinto hizo una doble parada a los cinco minutos a disparos de Orellana y Augusto Fernández, que en otra ocasión hubiera encendido los ánimos del respetable, pero tras la victoria en Madrid el público lo aprobada casi todo. Fue un susto, que evidenciaba que los azulgrana iban de más a mucho menos.

Partido de altibajos, en el que el Barcelona vivió de las rentas. Los jugadores tocaban y tocaban, pero sin claridad, sin mostrarse tan incisivos como en la primera mitad. Una gran contra, con un cambio de juego de Alexis sobre Neymar, puso el colorín colorado a un partido marcado por una desgraciada noticia.