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Filipinas, año cero
La cooperación española participa de forma activa en la reconstrucción del país asiático, devastado hace seis meses por el tifón Yolanda
ENVIADO ESPECIAL A TACLOBAN (FILIPINAS) Actualizado: GuardarCasi seis meses después del paso del tifón Yolanda por el centro de Filipinas la imagen se asemeja aún a la de un escenario de guerra. Casas derruidas, carreteras levantadas, árboles arrancados de raíz en las cunetas... En medio de este panorama dantesco la población de las zonas más afectadas se afana en reconstruir lo que la naturaleza le arrebató en dos días.
Según los datos oficiales, 14 millones de viviendas quedaron destruidas o sufrieron graves daños. Es el número de casas que ahora los filipinos intentar levantar de nuevo. Hay algo que nunca podrán recuperar, las vidas de las 6.201 víctimas y 1.785 desaparecidos que causaron las fuertes lluvias, los vientos de más 315 kilómetros por hora o las olas gigantes que devastaron la costa. Nueve de las 17 regiones administrativas del país se vieron afectadas por un tifón de una fuerza jamás vista que atravesó el archipiélago de este a oeste.
Ahora, mientras se lleva a cabo la reconstrucción, los habitantes de las zonas más afectadas sobreviven gracias a la ayuda humanitaria bajo improvisadas casetas fabricadas con todo tipo de materiales o tiendas de campaña instaladas por la ONU.
A la llamada de socorro lanzada por el Gobierno de Benigno Aquino respondió la comunidad internacional. La provincia de Tacloban, en la isla de Leite, fue una de las zonas con más fuerza azotada por el tifón. Allí se observan a día de hoy excavadoras con la bandera de Corea del Sur realizando tareas de desescombro o sacos de arroz destinados a la población con la de Argelia. También ondea la española.
El primer equipo de rescate que tras el desastre logró alcanzar Tacoblan estaba formado por filipinos adiestrados con fondos de la cooperación española. Estos especialistas consiguieron instalar una planta potabilizadora que abasteció de agua a 15.000 personas al día. La respuesta desde Madrid una vez se conoció el alcance del desastre también fue inmediata. El ministerio de Asuntos Exteriores aprobó el envío de un equipo de 30 profesionales sanitarios y cinco expertos de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aecid). Además dotó de fondos por valor de dos millones de euros a varias ONG que desplazaron su personal al país Asiático.
Visita de Margallo
El ministro José Manuel García-Margallo, de gira por el sudeste asiático, comprobó este martes in situ la eficacia de la ayuda española en Tacloban. Su primera parada fue el hospital regional. Los días posteriores al tifón España instaló allí a sus médicos para apoyar al personal local. El centro, que fue limpiado y reabastecido de material y medicamentos por la Aecid, fue convertido por filipinos y epañoles en lugar de recepción de los heridos para después ser derivados a los hospitales de campaña levantados por australianos o chinos.
El ministro también hizo entrega a pescadores de la zona de 400 lanchas a motor donadas por España. El objetivo de esta iniciativa es el dar la oportunidad a los habitantes de Leite de sostenerse a sí mismos.
La última de las paradas del titular de Exteriores y Cooperación fue un colegio de la Cruz Roja Española levantado en la zona donde el tifón tocó tierra, una de las más castigadas de todo Filipinas. Allí decenas de niños que perdieron sus escuelas continúan recibiendo educación.
Trabajar en prevención
En un momento en el que España se está retirando de más de la mitad de los 50 países en los que tenía presencia en materia de cooperación, Filipinas es el único país del Sudeste Asiático en el que se ha apostado por mantener el programa de ayudas. Se ha hecho por dos motivos. El primero se debe a las afinidades históricas y culturales con un país que hasta 1898 fue colonia española. El segundo es aún más definitorio: según los báremos de la ONU Filipinas es el tercer país del mundo más propenso a sufrir desastres naturales.
El plan con el que trabaja la Aecid es el de contribuir a la prevención y la respuesta a fenómenos naturales, como los tifones o los terremotos. “Es antes de que ocurran los desastres cuando podemos salvar un mayor número vidas”, aseguran desde la Agencia de Cooperación. Y como ejemplo ponen a ese primer equipo de rescate que llegó a Tacloban y salvó cientos de vidas.
De 2005 a 2013 España destinó a Filipinas 195 millones de Euros. Según especifica el IV Plan Directos de Cooperación, entre 2014 y 2017 la partida será de otros 50 millones. Aunque menos cantidad de dinero que antes supone un esfuerzo para un país como España, ahogado por las estrecheces presupuestarias. Aún así, Margallo fue rotundo al ser preguntado en Tacloban sobre si su Ministerio dispone de ese dinero: “Sí, lo hay. Habrá que hacer un considerable esfuerzo, pero lo haremos”, aseguró.