Adolfo Suárez y el Rey Juan Carlos. / Archivo
INGRESADO DESDE EL LUNES

Adolfo Suárez empeora

La clínica Cemtro emite un primer parte médico en el que constata el "empeoramiento neurológico progresivo" del expresidente

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La vida de Adolfo Suárez se apaga lentamente. La clínica Cemtro ha emitido a las ocho y media de la tarde un primer comunicado en el que informa de que Adolfo Suárez ha experimentado en las últimas horas “un empeoramiento neurológico progresivo”. Un diagnóstico que confirma lo adelantado el viernes por su hijo Adolfo Suárez Illana; que el expresidente del Gobierno se encuentra en estado crítico irreversible. El escueto parte médico dice: “Tal y como se anunció ayer respecto a la evolución y el pronóstico de la situación clínica de Adolfo Suárez González, el paciente ha sufrido un empeoramiento neurológico que se mantiene en las últimas horas”.

Suárez permanece ingresado desde el lunes a consecuencia de una infección respiratoria y rodeado por su familia. Según declaraba horas antes el fundador de la clínica Cemtro de Madrid, Pedro Guillén, su vida "se está apagando lentamente". El doctor señalaba que el expresidente "está bien, dentro de lo mal que está" y que "respira solo". De hecho, matizaba que "nunca estuvo intubado".

La familia ha agradecido de nuevo las muestras de cariño que están llegando "tanto nacional como internacionalmente", así como la labor de los medios de comunicación que cubren la información. El portavoz de la familia, Fermín Urbiola, ha convocado a los informadores congregados a las puertas de la clínica para agradecerles el tiempo, el cariño y la intimidad brindada. "La familia está muy agradecida. Saben que estáis ahí, informando con cariño", ha dicho. En cuanto al estado de Suárez, Urbiola ha indicado que, cómo ya dijo este viernes su hijo mayor, Suárez "está en manos de Dios" dado que su fallecimiento es "inminente".

Durante la tarde, el expresidente ha permanecido acompañado por sus cuatro hijos (Adolfo, Laura, Sonsoles y Javier), así como por otros familiares cercanos, aunque no ha recibido la visita de personajes públicos, como sí ocurriera esta mañana, cuando se acercaron a la clínica el torero Juan José Padilla, el padre Ángel, de Mensajeros por La Paz o el periodista José María García.

Sonriendo hasta el final

Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno elegido democráticamente en España desde 1936, ha entrado en un estado crítico irreversible, según informaba ayer su hijo. "La enfermedad neurológica ha avanzado mucho y el horizonte del desenlace podría ser de 48 horas", ha acotado. El duque de Suárez fue ingresado el pasado lunes en la clínica Cemtro de Madrid, aquejado de una infección respiratoria que, en un principio, fue calificada de "habitual dentro del proceso de la enfermedad que padece".

Adolfo Suárez ingresó el lunes aquejado de una neumonía que ha agravado los problemas neurológicos que padece desde hace años. Su hijo, Adolfo Suarez Illana, anunció que el fallecimiento de su padre se podría producir en las próximas 48 horas, aunque en la misma comparecencia también ha indicado que su muerte podría ser “inminente, aunque estamos en manos de Dios”. Dos de sus hijas y algunos nietos han coincidido sobre las cuatro y media de la tarde en la cafetería del centro con el equipo médico que atiende a su padre.

Suárez Illana informó en rueda de prensa que había comunidado personalmente la gravedad de la situación al presidente del gobierno, Mariano Rajoy, que se encuentra en Bruselas, y al Rey, a quien ha agradecido el hecho de que "ha estado pendiente todos los días desde hace once años" de la enfermedad de su padre y en estas últimas jornadas "con más intensidad". No en vano, la de Don Juan Carlos y Adolfo Suárez ha sido una "relación excepcional", ha subrayado Suárez Illana, quien también ha remarcado que la gratitud de su padre al monarca ha sido siempre "absoluta". "Gracias al Rey él pudo hacer lo que más le gustaba y en un momento único de la historia de España. Esos dos hombres cambiaron el rumbo de la historia. Sin su ayuda, España no habría volado nunca ni tan alto ni tan lejos", ha recalcado.

El hijo del expresidente del Gobierno, visiblemente emocionado, concluyó su intervención explicando que "cuando he bajado aquí todavía me estaba sonriendo". Suárez Illana se llevó el aplauso improvisado de los periodistas, a quienes antes había agradecido su discreción y respeto durante todos estos años de enfermedad de su padre. Con ellos se había comprometido a informar de cualquier cambio en la salud de Adolfo Suárez y ha cumplido con creces, aunque haya tenido que admitir que está "al límite" y que puede que no sea él quien anuncie el "desenlace". Eso sí, entre tanto dolor, él se queda con la sonrisa de su padre y esa "mirada picarona" que ha mantenido hasta el final.