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El Dortmund pasa ronda sumido en el sopor

El equipo alemán hace valer el 2-4 de la ida pero ofrece una pobre imagen en el Signal Iduna Park ante un buen Zenit, que se llevó el premio de la victoria parcial

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Tenía poco que rascar en el Signal Iduna Park de Dortmund el Zenit tras dilapidar prácticamente todas sus opciones de alcanzar los cuartos de final de la Liga de Campeones en el partido de ida. El 2-4 que obtuvo el conjunto de Jürgen Klopp en tierras rusas desequilibraba de forma casi definitiva la eliminatoria a favor de los alemanes. Pero, al menos, a los nuevos pupilos de Villas-Boas (que aún no pudo sentarse en el banquillo) hay que reconocerles el mérito de salir a competir para buscar una proeza que no parecía a su alcance ante un adversario que tenía los deberes hechos pero que mostró una imagen muy alejada de aquella que enamoró la pasada campaña. Lo intentaron pero les faltó la fortuna, la calidad y el acierto necesarios para protagonizar la gran sorpresa de los octavos.

El Zenit mostró en su puesta en escena el orden y la elaboración de las que careció en su casa y puso en apuros a un rival adormecido y con un ritmo muy alejado del que le llevó a disputar la pasada final de la ‘Champions’. Además, un gran gol de Hulk al cuarto de hora del partido despertó cierta inquietud en la animosa hinchada germana. El poderoso delantero brasileño realizó una meritoria jugada personal hasta acomodarse el balón para soltar un terrible latigazo con su pierna izquierda desde fuera del área que se acabó golpeando con violencia la red de la portería defendida por Weidenfeller.

Los hombres dirigidos por Serguéi Semak jugaron entonces sus mejores minutos, e incluso Shatov pudo aumentar el nerviosismo en los locales con un tiro cruzado que acabó marchándose fuera en el minuto 36. Pero, en la siguiente jugada, un gran testarazo de Kehl finiquitó la eliminatoria y sumió el partido en un aburrimiento aún mayor. El Zenit necesitaba otros tres goles para pasar y el Dortmund no estaba por la labor de hacer ningún esfuerzo innecesario pese al enfado mostrado por el expresivo Klopp desde la banda.

Pese a que el descanso pareció despertar a los aurinegros, poco tardaron en volver a ese tono cansino y errante que, sin embargo, les valía para ver pasar tranquilamente los minutos. Sólo la salida de Rondón animó un poco el choque. El venezolano dotó de más mordiente al ataque ruso y se aprovechó de la desidia en la marca de Hummels para ganarle la espalda y marcar con un cabezazo en plancha el segundo tanto para los suyos. Disfrutó de algunas ocasiones más el Zenit, pero sin la contundencia suficiente como para volver a batir a Weidenfeller. Al menos, tuvo el premio del triunfo parcial.

El Dortmund pasó a cuartos sumido en un sopor absoluto, injustificable pese a las bajas con las que contaba. Se lleva el mal sabor de boca de la pobre imagen ofrecida y el contratiempo de que tendrá en el primer partido de cuartos la segura baja de Robert Lewandowski, que vio una estúpida tarjeta amarilla que le acarrea la suspensión por un choque tras rematar un centro con la mano.