La novia de Pistorius gritó tras recibir un primer disparo en la cadera
Reeva Steenkamp estaba sentada «en posición defensiva» en el baño antes de ser alcanzada en el brazo y la cabeza con otras dos balas
PRETORIA Actualizado: GuardarUn experto balístico de la policía sudafricana que reconstituyó este miércoles los últimos instantes de la vida de la novia de Oscar Pistorius aseguró que fue herida en la cadera, antes de morir de un disparo en la cabeza. Según esta opinión, la víctima tuvo tiempo de gritar y avisar de su presencia, al contrario de lo que siempre afirmó el acusado. Y a su entender, comprendió que moría.
El juicio del atleta sudafricano Oscar Pistorius, acusado de matar a su pareja en la noche de San Valentín de 2013 fue aplazado hasta el lunes, anunció este miércoles la jueza Thokozile Masipa. Pistorius se declaró no culpable del asesinato de Reeva Steenkamp, afirmando que la mató creyendo que disparaba contra un ladrón escondido en el baño junto a su dormitorio.
El proceso de este atleta de 27 años, que debía terminar este jueves, fue postergado hasta el lunes, dejando un día a la Fiscalía para consultar a los «cuatro o cinco» últimos testigos que quiere llamar. En el 13º día de audiencia, el capitán Chris Mangena explicó la forma en que, probablemente, la joven modelo estaba parada en el baño cuando fue alcanzada en la cadera por un primer balazo, antes de caer hacia atrás protegiendo su cabeza con las manos y los brazos.
El primero de los huecos observados en la puerta está situado a 93,5 centímetros del suelo y su cadera fue estimada a 93. «Muy probablemente, la herida en la cadera fue hecha cuando ella estaba de pie (...) frente a la puerta», afirmó. «Eso le quebró la cadera; la hizo caer de espaldas en el revistero», añadió.
En esa segunda posición fue alcanzada una segunda y una tercera vez. Pistorius disparó cuatro veces, pero una de las balas no alcanzó a la joven. Pistorius sostiene que él estaba aterrorizado después de haber escuchado un ruido sospechoso y que disparó creyendo que tiraba contra un ladrón. Aunque es difícil alegar la legítima defensa, ya que el campeón tiró sin ver a su blanco, ni verificar si estaba realmente amenazado, quiere convencer a la jueza Thokozile Masipa de que no quiso matar a Reeva Steenkamp y evitar la pena máxima de 25 años de cárcel.
La segunda bala rebotó
Después de un primer disparo que la hizo caer, Reeva «estaba muy probablemente sentada en una posición defensiva», continuó el capitán Mangena. La segunda bala rebotó, pero la tercera perforó su brazo izquierdo sobre el codo por detrás. «Los brazos estaban levantados en el aire al nivel del pecho», indicó. La última bala la alcanzó en la parte derecha del cráneo cuando ella tenía «las dos manos sobre la cabeza». La consecuencia «inmediata» fue que se derrumbó con «el pecho entre el WC y el revistero».
Pistorius, amputado de las dos piernas bajo las rodillas, se encontraba frente a la puerta cuando disparó, «probablemente sin sus prótesis», y apuntó «entre 60 centímetros de la puerta y la pared», afirmó el experto. Desde la primera audiencia el 3 de marzo, los testigos citados por la acusación hacen surgir, como las piezas de un rompecabezas, algo que parece una mentira de Pistorius: vecinos que escucharon gritar a la joven, otra vecina que escuchó a la pareja peleándose.
El médico forense encontró en la autopsia los restos de una comida ingerida hacia la una de la madrugada, a una hora en que ella supuestamente dormía, y también subrayó que «no sería natural» para alguien no gritar después de recibir un balazo en la cadera. La defensa trató incansablemente de destrozar estas pruebas.
El miércoles, durante un interrogatorio breve, el abogado Barry Roux sugirió que su cliente estaba lejos de la puerta cuando disparó, cerca del interruptor de la pared. Se trata de una hipótesis útil para apoyar la versión de un hombre aterrorizado que dispara desde lejos. Eso es plausible sólo para el primer tiro, respondió el capitán Mangena. Pistorius no quiso escucharlo y se tapó los oídos.