elecciones en eslovaquia

Fico se perfila como ganador de las presidenciales

Los sondeos otorgan al actual primer ministro en torno al 35% de los votos, por el 20% que conceden al empresario filántropo Andrej Kiska

BRATISLAVA Actualizado: Guardar
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Los colegios electorales de Eslovaquia abrieron sus puestas a las 06.00 GMT en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, a las que están llamados a votar cuatro millones de ciudadanos. Los colegios permanecerán abiertos hasta las 21.00 GMT, cuando comenzará el escrutinio.

Un total de catorce candidatos se presentan al cargo de jefe del Estado, aunque los sondeos sitúan como claro ganador al actual primer ministro, el socialdemócrata Robert Fico, que tendría en torno al 35% de los votos. Por detrás de él, las encuestas otorgan un 20% al empresario filántropo Andrej Kiska, y un 16% al jurista y diputado Radoslav Prochazka.

Los dos candidatos que reciban hoy más votos se cruzarán el próximo 29 de marzo en la segunda y decisiva ronda de votación. Quien venza sustituirá en la Presidencia del país centroeuropeo a Ivan Gasparovic, que agota su segundo y último mandato presidencial.

Dura campaña

La campaña electoral terminó el pasado miércoles por la noche, con un gran debate televisado entre los principales candidatos. Los tres rivales más directos de Fico -Andrej Kiska, Radoslav Prochazka y el conocido actor Milan Knazko- han marcado durante la campaña distancias con el primer ministro y la aritmética de los sondeos señala que los votos del centro derecha superarán al voto de izquierdas, que representa en solitario el político socialista.

El primer ministro, de 49 años de edad, está en el ecuador de su legislatura y perder estos comicios podría ser un serio revés para un político que sigue gozando de altas cotas de popularidad. Su partido Smer tiene una mayoría absoluta en el Parlamento y en caso de que Fico llegue a la Presidencia, el nuevo Ejecutivo seguiría estando en manos de su formación. Esa concentración de poder que Fico podría acumular con la presidencia del país, y el Gobierno y Parlamento en manos del partido que él mismo fundó, ha sido uno de los argumentos de sus rivales.

Kiska, un empresario filántropo, se ha presentado como la opción opuesta, como alguien que nunca ha militado en ningún partido político y que no forma parte de los círculos de poder y se niega a calificarse ni de derechas ni de izquierda. Es justo esa carta, la de la desconfianza hacia los partidos tradicionales que han dominado la escena política, la que ha servido al empresario para ganar cierta popularidad. Pero en los últimos días de la campaña aparecieron unos folletos en los que se acusa a Kiska de ser miembro de la secta de la Cienciología, hasta el punto que el candidato ha tenido que negarlo públicamente y asegurar que es católico.

Además, una campaña anónima de anuncios publicados en el diario sensacionalista 'Novy Cas', el más leído en el país, ha acusado al empresario de haber cobrado tasas de interés de hasta el 70% en sus empresas financieras. Kiska ha acusado al primer ministro de estar detrás de esas acusaciones y ha asegurado que sus empresas financieras "eran y son empresas estándar", aunque se ha comprometido a compensar a los clientes que se hayan sentidos afectados. Fico ha dado credibilidad a esas acusaciones contra su rival y ha llegado a asegurar durante un debate electoral que "hay todos los indicios de que es cercano a la secta de los cienciólogos". En ese sentido, y para ganarse el apoyo del votante católico, Fico ha anunciado una enmienda constitucional que limite el matrimonio a parejas heterosexuales.