La eficacia del Valencia sentencia en Bulgaria

La eficacia ofensiva del Valencia dejó sentenciado en Bulgaria el pase del equipo de Pizzi a los cuartos de final de una competición en la que ya se ha convertido en un claro candidato al título europeo. Con más goles que fútbol, y en inferioridad durante casi una hora por la expulsión de Keita, el Valencia puso en Sofía ante el desconocido Ludogorets, verdugo del Lazio, casi los dos pies en la siguiente eliminatoria, gracias a una efectividad casi plena.

Jugó mejor el Ludogorets que el Valencia, pero mientras al conjunto búlgaro le faltó gol, al equipo español le sobró. El Valencia, en un choque muy serio, se sobrepuso a las adversidades, reflejadas en un claro penalti y una polémica roja, y también en un remate local al poste (aún con 0-1), y no acusó jugar durante prácticamente todo el segundo tiempo con uno menos. En el tramo final incluso se equilibraron las fuerzas, ya que Juninho Quixadá empujó a Joao Pereira y el portugués del Valencia exageró para forzar la expulsión del rival.

La apuesta de Pizzi de alinear como interior derecho a Barragán -autor del primer gol- le dio un resultado perfecto al técnico hispano-argentino, que al quedarse con 10 también movió sus piezas con criterio. Aunque en la primera parte el Valencia concedió demasiadas ocasiones, en ataque se mostró siempre letal.