Atletismo | MUNDIALES En Pista Cubierta

Siempre nos quedará Ruth Beitia

La saltadora cántabra domina la calificación de altura y va a por el oro en la final del Mundial

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Cuando Ruth Beitia superó el listón colocado en 1,95 metros, la marca que daba una plaza para la final del Mundial de Sopot, la santanderina regresó a su rincón, se abrigó y disfrutó del desenlace de la calificación. Fue entonces cuando vio a la portentosa Blanka Vlasic, doble campeona del mundo en pista cubierta y al aire libre, hacer tres nulos. Aunque la croata se salvó al ser repescada porque sólo Beitia y cuatro más pasaron la altura requerida.

Vlasic está en Sopot para reencontrarse. Su gran victoria fue dejar atrás una engorrosa lesión en el talón izquierdo, un molesto espolón que luego se complicó por una infección vírica, que frenó su fabulosa carrera, la infatigable persecución del récord del mundo, así que este Mundial no es la prioridad. Pero dentro de la final, nadie puede dejar de mirarla, aunque sea de reojo, porque Vlasic es una atleta con 2,08 al aire libre, una competidora que en los Juegos de Pekín cerró una racha de 34 victorias consecutivas y, sobre todo, una mujer familiarizada con los dos metros, la altura psicológica que suele determinar las medallas y que ella ha superado 103 veces.

Beitia sólo lo ha hecho cuatro veces en invierno, pero tiene otras virtudes. Y una de ellas es que se ha convertido en una competidora infalible que en las cuatro últimas competiciones su peor resultado fue el cuarto puesto de los Juegos de Londres. La plusmarquista española es la pulcritud hecha atleta. En la calificación, como ya es tradición, no cometió nulo alguno. Y en la final espera repetir el modelo habitual: no derribar hasta que llegue la altura donde se produce el corte definitivo.

Atrás quedaron las angustias de las grandes finales. Beitia es ahora una atleta que disfruta en la pista. «Siempre ha sido una gran competidora» -matiza su amiga y excompañera Carlota Castrejana-, pero ahora su dominio es supremo». La riojana, que fue campeona de Europa en triple salto, se descubre ante esta deportista: «Ha encontrado, a los 34 años, la clave de su entrenamiento y el dominio de una prueba de las más complejas técnicamente. Ruth es, sin duda, una de las deportistas más completas de este país».

Su solvencia en la calificación y su marca de dos metros de esta temporada le permiten aspirar al título en la final de este sábado (19.15 h., Eurosport). Vlasic no será la única rival en la lucha por las medallas. La líder del año es una joven rusa de 21 años, Mariya Kuchina, plusmarquista mundial júnior bajo techo, que tiene el mismo entrenador que Yelena Slesarenko (Boris Gorkov) y que esta temporada ha saltado 2,01. La favorita del público del Ergo Arena será la polaca Liewinco, una saltadora que ha explotado a los 27 años. Sin descuidar a Emma Green, la sueca que este año no ha mostrado su mejor versión después de romper con su marido, que sigue como entrenador, Yannick Tregaro (fue quien llevó a Kajsa Bergqvist al récord del mundo ‘indoor’).

Kevin López, eliminado

El atletismo español se aferra a las opciones de Ruth Beitia después de que su otra baza, el sevillano Kevin López, terminara tercero en su serie de 800 (1:47.34) y no lograra la dura clasificación.

Por el camino también se quedaron Mark Ujakpor, cuarto en su serie de 400 (47.16); Adel Mechaal, séptimo en las eliminatorias de 1.500 (3:41.27); Isabel Macías, cuarta en su serie de 1.500 (4:17.14); y Borja Vivas, el lanzador que logró la novena mejor marca (20,19) y se quedó a sólo siete centímetros de la final.