Las paradojas del líder
El Madrid se mantiene invicto desde el clásico pero se agrieta en los choques de alta intensidad
MADRID Actualizado: GuardarEl derbi del Calderón no fue capital, ya que mantiene despiertos los sueños del Atlético, pero recuperó su esencia. Los rojiblancos salvaron el primer 'match ball' en contra y los de Ancelotti mostraron algunas fisuras pero siguen líderes, dependen de sí mismos y amplían a 28 partidos su soberbia racha sin perder desde que cayeron en el clásico del Camp Nou. Desde ese choque del 26 de octubre, el Madrid en Liga ha ganado trece partidos y ha empatado ante Osasuna, Athletic y Atlético. Un recorrido de campeón que va camino de pulverizar el récord que mantiene el Madrid de Leo Beenhakker desde la campaña 88-89, cuando alargó hasta 34 partidos su condición de invulnerable.
Los merengues disfrutan del sabor dulce de ese valioso punto que ya volaba del Manzanares, pero observan que se reabren varios debates recurrentes como el ya cansino de los porteros. El equipo sufre cuando le presionan y le obligan a disputar un encuentro brusco, Modric ya no lució tanto en el centro del campo como en otros choques más cómodos y Gareth Bale no cumplió ni de lejos con la expectativas. La productividad del galés es indiscutible y algunos de sus goles son extraordinarios, pero por el Calderón pasó de puntillas, sin asociarse apenas con sus compañeros, ni exigirse físicamente. Y Jesé ni jugó.
La portería del Madrid se mira con lupa en cada partido desde hace más de un año y hasta ahora a Ancelotti le ha salido cara su arriesgada apuesta de jugarse la Liga con Diego López y la 'Champions' y la Copa con Iker Casillas. Los dos han respondido de forma sobresaliente a la presión añadida, hasta el punto de ir acumulando partidos con la portería a cero y actuaciones sin tacha.
Pero el domingo Gabi sorprendió a Diego López desde 33 metros en el 2-1 y un amplio sector de la crítica le reclama a Carletto la titularidad de Iker también en Liga, a quien favorecen especialmente las estadísticas en los derbis madrileños. Con el lucense, el Madrid no ha ganado ninguno de sus tres últimos partidos ante el Atlético (la final de Copa del año pasado y los dos de Liga de esta temporada). Con Casillas, el Real Madrid lleva 24 partidos consecutivos sin perder ante el vecino. El capitán aguanta e insiste en que desea seguir hasta los 40 o al menos cumplir su contrato con el Madrid, que expira en junio de 2017.
Cambios insólitos
El derbi deja para la historia el insólito caso del cambio de dos laterales sin lesión. Arbeloa y Coentrao fueron 'señalados' por Ancelotti, mientras que los más ofensivos Carvajal y Marcelo salieron reforzados. El técnico italiano no escapa de los reproches. Tuvo cintura táctica pero con sus cambios vino a reconocer su error inicial de plantamiento. El portugués Coentrao defendió de forma deficiente en el gol del empate del Atlético, obra de Koke. Perdió la posición y dejó solo al centrocampista. Arbeloa, castigado por Del Bosque para el amistoso ante Italia, se mostró errático. Subió poco y sin acierto y sufrió en los ataques rojiblancos por su banda, sobre todo cuando Diego Costa le encaraba o le buscaba la espalda.
Si Ancelotti erró al hablar de «violencia» del Atlético tras el choque, ya que su declaración contrastó con la imagen de todos los jugadores saludándose deportivamente a pie de césped al final, Simeone recurrió a un discurso victimista al afirmar que el Atlético sigue vivo, aunque a muchos no les guste. Tiró la piedra y escondió la mano.
Los colchoneros rozaron la victoria y lamentan el bajón que experimentaron a todos los niveles en el último cuarto de hora, pero celebran haber acabado esta campaña con siete años de sometimiento al eterno rival. Por primera vez en ese tiempo, el Madrid no logra al menos una victoria en sus duelos ligueros contra el Atlético, que le supera en el 'average' particular.
Desde los dos empates a uno de la campaña 06-07 hasta este curso, el grande sometió al chico con 11 triunfos y un empate en Liga. La realidad ha girado. Como dijo Simeone en el postpartido, el Atlético ya no ve como un imposible ganarle al Madrid. La solidez del líder es indiscutible pero la superabundancia de jugadores a veces se convierte en un problema. Y aparecen grietas por sobrepeso.