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La exconsejera es una lista

María Jesús Mejuto logra el número 1 en una oposición que convocó cuando ella dirigía la sanidad extremeña con el socialista Fernández Vara. Ha sacado un 9,3 y el segundo, solo un 6,4. Entre los hombres de su confianza estaba el presidente del Tribunal. La Junta anuncia una investigación

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Un 9,3 sobre 10. Es la nota que ha colocado a la exconsejera socialista de Sanidad de Extremadura, María Jesús Mejuto (Alemania, 1968) en el primer puesto de una oposición... y también en el centro de las críticas. No solo ha sido la facultativa que más puntuación ha logrado en el examen de Cirugía General y del Aparato Digestivo, sino que ha ganado por una sospechosa goleada. En un examen tipo test de 150 preguntas, el siguiente opositor se quedó a casi tres puntos (obtuvo un 6,4) de la exconsejera y solo aprobaron ocho de los 36 médicos que concurrieron al mismo. Mejuto, que no ha hecho declaraciones, realizó el examen el pasado mes de octubre, pero no ha sido hasta ayer cuando el escándalo ha saltado a la luz pública de la mano del Servicio Extremeño de Salud (SES), extrañado de que en una prueba cuya dificultad pone de manifiesto el escaso número de aprobados, la exconsejera roce el 10. Se da la circunstancia de que el presidente del tribunal es un responsable del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital de Mérida, el doctor Luciano Santonja, jefe de Mejuto en ese centro médico. Otro dato más: tal oferta de empleo se publicó el 20 de junio de 2011, al día siguiente de que Izquierda Unida dejara gobernar al Partido Popular.

A excepción de lo ocurrido en la oposición de Mejuto, en el resto de las pruebas conocidas la lista de aprobados no arroja semejantes diferencias entre el primero y el resto de aspirantes. De momento ya hay anunciados recursos y la Junta abrirá una investigación.

«Mujer de armas tomar»

Dos años y medio después de abandonar el cargo tras ganar el PP las elecciones en Extremadura, la exconsejera ha regresado a la actualidad dando la nota. El nombre de Mejuto y su «increíble» 9,3 corrieron como la pólvora por todos los pasillos del Hospital de Mérida, donde trabaja como interina, y donde no goza de demasiadas simpatías. Por allí ya se había corrido la voz de que estaba preparándose unas oposiciones «a medida». Además, tras el examen tanto ella como su marido, médico en Badajoz, no ocultaban su satisfacción «por lo bien que había ido todo». Tampoco ha ayudado que la doctora Mejuto sea «pelín engreída y autoritaria» y tenga un «carácter indómito», describen fuentes hospitalarias. Unos hablan de amor propio; otros, de chulería. Unos destacan que es una excelente cirujana; y otros, en absoluto, la ven como referente profesional. Una cosa está clara: María Jesús no genera indiferencia.

De sobresalientes

Sus defensores valoran que es una mujer lista, una «curranta» tenaz, con afán de superación, y una tremenda fuerza de voluntad que le anima a seguir trabajando para alcanzar sus objetivos y superar cualquier piedra en el camino. Dicen de ella que es inteligente y estudiosa, capaz de encerrarse e hincar los codos todas las horas del mundo. Sacrificada y con una determinación de hierro, los que la defienden aseguran que ese 9,3 no les sorprende. «Las matrículas y los sobresalientes han marcado su expediente académico», afirman.

Lo cierto es que esa combinación de orgullo, fuerte personalidad y mano dura no le han echado un capote a Mejuto para ganarse al personal. «La tónica general es que no cae nada bien. Porque lo que para unos es buen carácter, para otros es prepotencia». Sus críticos le afean que vaya «de sobrada», una actitud que ha generado malestar entre buena parte de los facultativos del Hospital de Mérida. «No creo que toda esta polémica le esté intranquilizando porque es una mujer de armas tomar», comenta una persona que la ha tratado.

Casada con un neurocirujano y madre de dos hijos, María Jesús Mejuto nació hace 45 años en Monhein (Alemania), a donde sus padres emigraron empujados por el franquismo, motivo por el que en su casa siempre se ha respirado «un aire de izquierdas», como ella misma ha reconocido en alguna entrevista.

La exconsejera, que se define como una persona sencilla, se licenció en Medicina en la Facultad de Salamanca. Primero realizó la especialidad de Medicina de Familia y después volvió a presentarse al MIR para formarse como cirujana. Participó como independiente (nunca ha estado afiliada al PSOE) en el último gobierno socialista de Extremadura, con Guillermo Fernández Vara como presidente de la Junta. Y fue el único miembro de ese gobierno que juró su cargo ante la Biblia&hellip tal vez sin saber que un 9,3 puede ser su cruz.