Todos contra Robin Thicke
Centenares de estudiantes de la Universidad de Boston firman una petición para suspender un concierto del autor de 'Blurred Lines' por "incitar" al acoso sexual
MADRID Actualizado: GuardarErigida como una de las canciones del pasado año, la controvertida 'Blurred Lines', firmada por Robin Thicke y el rapero Pharrell Williams, continúa levantando ampollas. Pese a encabezar las listas de ventas en catorce países y sonar hasta la extenuación en radiofórmulas de todo el mundo, el cuestionable contenido de la letra y su polémico vídeo promocional han motivado infinidad de protestas. La última, por parte de los alumnos de la Universidad de Boston, donde el californiano tiene previsto actuar el próximo 4 de marzo.
Empeñados en impedir que el concierto tenga lugar, los miembros del grupo 'Humanistas de Boston' han impulsado una campaña destinada a recoger firmas contra la presencia de Thicke en el campus. “La letra de ‘Blurred Lines’ celebra que se mantengan relaciones sexuales con mujeres en contra de su voluntad. Frases como ‘sé que lo quieres’ contienen un tono que alude explícitamente a la falta de consentimiento en el sexo”, afirman los estudiantes en el texto. Hasta el momento han conseguido el apoyo de más de 1.600 compañeros.
En el documento, los activistas recuerdan que, el pasado 22 de enero, el presidente Barack Obama firmó un memorándum en el que reclamaba una solución para las cada vez más frecuentes denuncias por acoso sexual en el ámbito universitario. Los estudiantes entienden que la presencia del intérprete en el auditorio Agganis Arena, integrado en el campus bostoniano, contraviene "radicalmente" la política de Washington.
Thicke ha procurado repetidamente rebajar el perfil controvertido de su éxito. Aunque en la versión íntegra del vídeo de 'Blurred Lines' -censurada en Youtube- aparece junto a varias modelos sin prácticamente ropa en actitud insinuante, ha negado que, como han denunciado colectivos feministas, la letra incite al acoso sexual. Uno de los argumentos que emplea es que tanto él, como Williams, están "felizmente casados y con hijos". Razones que siguen sin convencer a los críticos.