TRIBUNALES

«Fui detenido a tiros; solo me pegaron lo normal»

Tres víctimas declaran por videoconferencia desde España ante la juez argentina que investiga los crímenes del franquismo

MADRID Actualizado: Guardar
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Por vez primera, tres víctimas de la causa que se investiga en Argentina por los crímenes del franquismo han declarado por videoconferencia desde el consulado del país en Madrid. Unas comparecencias que continuarán hasta el jueves y que los querellantes consideran "un paso de gigante" para agilizar las investigación y las peticiones de imputación pendientes de resolver.

Las tres víctimas han relatado a la titular del Juzgado Federal número uno de Bueno Aires, María Servini, sus experiencias personales durante dos horas y 45 minutos, desde las 13.00 a las 15.45 horas.

El primero fue Cecilio Gordillo, sindicalista de la CGT, que ha contado las condiciones de esclavitud en las que trabajaban los presos del régimen en Andalucía. Posteriormente compareció Jesús Rodríguez Barrio, de 59 años, que fue interrogado y golpeado en la Dirección General de Policía de Madrid por Antonio González Pacheco, alias 'Billy el Niño', uno de los dos expolicías para los que la juez argentina ha pedido su extradición acusados de torturas durante el franquismo.

A Jesús fueron a buscarle a la puerta de su casa por militar en un partido de izquierdas el 16 de abril de 1975. "Fui detenido a tiros", ha declarado. Después de esto fue conducido a la Dirección General de Seguridad donde le sometieron a sucesivos interrogatorios. "Sólo me pegaron lo normal", ha señalado. Finalmente, el juez le procesó por asociación ilegal y acabó pasando dos meses en la cárcel de Carabanchel. Hoy es profesor de Economía de la UNED.

"Peligro de muerte"

En tercer lugar, María Bueno ha declarado por el supuesto robo de su bebé en septiembre de 1981 en el Hospital Municipal de La Línea de la Concepción, Cádiz. Su caso está judicializado tras presentar una denuncia ante la Fiscalía de la provincia en 2010.

"Después de un embarazo de nueve meses sin problemas y con una salud de hierro, me puse de parto y acudí a mi ginecólogo, el mismo que cuidó y vigiló todo mi embarazo. El médico, después de explorarme, me informó de que mi bebé estaba muerto dentro de mi vientre y que yo estaba en peligro de muerte (…). Cuando finalizó el parto informó a mi familia de que mi hija había muerto y que el hospital se encargaría de todo (le enseñaron a mi hermana un bebé muerto envuelto en una sábana)", afirmó.

"Años después de aquel terrible episodio, descubro que mi hija jamás entró en aquel cementerio (no hay registros ni documentación que indique su inhumación), no hay registro en los archivos del hospital de mi ingreso ni del nacimiento de mi hija. El registro civil indica que mi parto era de un feto de siete meses cuando en realidad fue un embarazo de nueve", concluyó. Mañana declararán en el consulado de Argentina José Alfonso Rodríguez, Flor de Lis Díaz Carrasco y Jon Etxabe Garitazelaya.